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ABC del trabajo infantil

abc1La Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el marco del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo
Infantil (IPEC) ha publicado recientemente, a través de la Oficina de Paises de la OIT para México y Cuba un manual básico denominado «ABC del Trabajo Infantil». El documento comienza con un apartado introductorio, dedicado a la definición de trabajo infantil, haciendo hincapié en las peores formas de trabajo infantil como aquellas directamente vinculadas con la violencia u opresión hacia los menores, agravada por la invisibilidad (por ejemplo en el caso del trabajo doméstico forzoso en el caso de las niñas) o las condiciones laborales a veces de precariedad en las que los trabajos son desempeñados.

Se habla de trabajo infantil cuando niños y niñas realizan una actividad laboral que:

  • Es física, mental, social o moralmente perjudicial o dañina.
  • Interfiere con su escolarización y los priva de la oportunidad de ir a la escuela o los obliga a abandonar las aulas.
  • Les exige que intenten combinar la asistencia a la escuela con largas jornadas de trabajo pesado.

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Causas y consecuencias.

La pobreza y la marginación son identificadas como las primeras causas del trabajo infantil, una condiciones sociales de opresión de las que la realización de trabajos de diversa consideración por parte de los menores es una de sus expresiones. La inaccesibilidad al sistema educativo se encuentra también entre los aspectos facilitadores del trabajo infantil. A veces se trata de aspectos físicos, como la distancia al centro educativo, pero otras son de tipo económico, como los costes de escolarización, no siempre asumibles por todas las familias, todavía menos por aquellas en situación de monoparentalidad.

En suma, el documento enfatiza cómo en aquellos contextos con escasez de protección de los derechos de los menores en cualquiera de sus expresiones, tales como a la educación, a una calidad de vida digna o a una condiciones de salud y bienestar básicos se ubica en la raíz de este complejo fenómeno que sólo en América Latina afecta a alrededor de 12,5 millones de niños, niñas y adolescentes.

Por ello las consecuencias del trabajo infantil se estiman en el corto y largo plazo, tanto para niños y niñas (es el caso del rendimiento académico, la seguridad personal o la salud y su desarrollo psicológico y moral) como para sus familias (por ejemplo, se estima que las familias ingresarían un 11% más por cada curso escolarizado de un niño o niña) y, en última instancia, para el desarrollo de una región. No en vano, la OIT estima que la economía global podría obtener una ganancia neta de 4,1 trillones de dólares en 20 años si se eliminara el trabajo infantil.

El reto de la prevención del trabajo infantil.

La educación es definida como la principal estrategia de prevención del trabajo infantil. Por educación no solo se entiende la escolarización de los niños y niñas, sino la eliminación de barreras físicas y culturales que dificultan el acceso a la misma. Se trata, en definitiva, de configurar la escuela como escenario alternativo, seguro y significativo respecto al de la explotación laboral. El debate sobre la calidad del sistema educativo es esencial y, por consiguiente, también el compromiso de los gobiernos por asegurar este derecho básico y las condiciones de estabilidad familiar básicas para que así ocurra.

De igual manera, la escuela es también un recurso comunitario nuclear para la prevención del trabajo infantil. Si dotar de equipamiento, logística, tecnología y profesionales es un primer paso, el siguiente es asegurar unos niveles óptimos de adaptabilidad de enfoques pedagógicos a la diversidad de situaciones que conviven en las escuelas, especialmente interesante resulta la adaptación curricular a los niños y niñas más vulnerables al trabajo infantil.

La capacitación a padres y madres es otro elemento a considerar en un programa preventivo. Diagnosticar las fortalezas y los factores de riesgo, sus antecedentes, expectativas y actitudes hacia la escolarización de sus niños y niñas es vital para fomentar no solo la implicación en el proceso educativo, sino también la participación en la comunidad educativa.

El ciclo se completaría con idénticos niveles de exigencia al mercado y empleadores, que en última instancia incluyen en sus plantillas a niños y niñas en condiciones no siempre compatibles con la escolarización. El cumplimiento de los estándares y acuerdos internacionales se convierte en una herramienta a considerar en algunos sectores, esencialmente en aquellos en los que el trabajo infantil se realiza en contextos más invisibles. La realización de campañas de sensibilización también ayudaría a concienciar a una población y a fomentar actitudes favorables a la prevención.

Por último, la investigación sobre este fenómeno permitirá actualizar el diagnóstico del trabajo infantil, así como analizar aquellas estrategias más efectivas para su prevención, establecer lecciones aprendidas y divulgar aquellas prácticas exitosas para su generalización a otros contexto. El papel de la comunidad científica e investigadora también es subrayado en el citado documento.

El programa Edúcame Primero: Perú. Comunidades preparadas para la Prevención del Trabajo Infantil en Lima.

La Universidad de Sevilla, a través del Laboratorio de Redes Personales y Comunidades – LRPC, y en colaboración con la Universidad del Norte de Colombia y la Pontificia Universidad Católica del Perú, desarrollan esta iniciativa de prevención del trabajo infantil en Lima, a partir de la experiencia de colaboración previa en Colombia.

Esta iniciativa de cooperación internacional universitaria se fundamenta en la implementación de estrategias basadas en el juego como enfoque psicoeducativo, combinado con talleres para el crecimiento personal y evolutivo de los menores de diferentes zonas vulnerables de la capital peruana. De manera complementaria, el programa prevé la capacitación del equipo docente de las escuelas y la involucración de las familias en el proceso educativo a través la participación en dinámicas comunitarias, jornadas y talleres específicos.

Para ampliar información


Camisetas contra el trabajo infantil

MULTIPLICA la micro-financiación, RESTA trabajo infantil

Participando en el proyecto «Comunidades contra el trabajo infantil» puedes obtener una camiseta serigrafiada con un lema de investigación-acción, «No hay nada más práctico que una buena teoría», «Building bridges between sciencie and practice»: 6 colaboradores ya han obtenido la suya.

Este proyecto se basa en lecciones aprendidas y pretende transferir a Perú las buenas prácticas de intervención documentadas previamente en Colombia. Así que hay una clara conexión entre el programa que planeamos implantar y la investigación-acción propuesta originalmente por Kurt Lewin.

  • Colabora contra el trabajo infantil y obtén tu propia camiseta [Goteo]

Si ayudas allí repercute aquí

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#crowdfunding

Tenemos abierta una campaña de crowdfunding en Goteo para llevar a cabo un proyecto comunitario de reducción del trabajo infantil en Lima. La difusión ha sido muy activa y hemos llegado a más de 90.000 colaboradores potenciales. Sin embargo, sólo hemos conseguido el 10% del presupuesto mínimo. Todavía nos quedan algo más de 20 días para intentarlo. Estos son algunos de los motivos para apoyar el programa «Edúcame Primero Perú»:


Por qué lanzamos una campaña de crowdfunding

sbq10Por qué lanzamos una campaña de crowdfunding

Hace unos días iniciamos una campaña de financiación colectiva para impulsar una iniciativa de prevención del trabajo infantil en Lima (Perú). Este es un tema en el que hemos venido trabajando los últimos años en Colombia. Primero con un proyecto de cooperación al desarrollo con la participación de organismos internacionales. Más tarde con el impulso de la Universidad del Norte, y por último con la colaboración de la Oficina de Cooperación al Desarrollo de la Universidad de Sevilla.

En el caso de Lima tenemos tres motivaciones fundamentales:

  • Queremos darle continuidad a la intervención, centrándonos en uno de los países con más problemas de trabajo infantil en Latinoamérica. Actualmente es una de las prioridades políticas de la región y en Perú tiene una alta incidencia.
  • Estamos interesados en transferir las lecciones aprendidas en Colombia a Perú. Se trata de un programa basado en la evidencia. Las buenas prácticas que se han definido en Colombia pueden servir ahora en Perú.
  • Finalmente, vamos a impulsar el carácter comunitario de la intervención. El programa original se caracteriza por acciones psico-educativas. En Colombia aprendimos que estas actividades funcionan mejor con la implicación de las familias y cuando el programa se adapta a las peculiaridades de cada contexto. En Perú pensamos incorporar las actividades con familias y con la comunidad entre los elementos centrales del programa.

sbq21Qué queremos hacer

Edúcame Primero es un programa basado en la evidencia. Está demostrado que contribuye a reducir la prevalencia del trabajo infantil. Su aplicación mejora el rendimiento académico, preserva un espacio de juego para los niños y contribuye al desarrollo psicológico integral de los menores. Así que no tenemos ninguna duda de que el programa será efectivo contra el trabajo infantil.

Pero, ¿por qué poner en marcha esta iniciativa de financiación colectiva en concreto?

En este caso pedimos apoyo para organizar encuentros comunitarios, incentivar la participación de facilitadores y poner en marcha acciones comunitarias de prevención del trabajo infantil. Es una acción piloto, previa a la aplicación de un programa más amplio. Y es una acción comunitaria, complementaria a las acciones psico-educativas habituales.

Nuestra expectativa es desarrollar un programa de cooperación al desarrollo amplio, con la implicación de las instituciones públicas y las organizaciones comunitarias de referencia en tres distritos de Lima: Villa el Salvador, San Juan de Lurigancho y San Juan de Miraflores. Los problemas de financiación nos han impedido darle continuidad a las actividades de prevención en el último año. Este pequeño proyecto previo es una intervención experimental que nos permitirá:

  • Conocer las peculiaridades de Lima, de forma que mejoremos el ajuste comunitario del programa.
  • Realizar acciones preparatorias y de organización previa del proyecto más amplio.
  • Incluir incentivos a acciones comunitarias que no pudimos incluir en los proyectos oficiales de cooperación al desarrollo.

sbq24¿Realmente hace falta que apoyes el proyecto?

Entendemos que “Comunidades contra el trabajo infantil” no es un proyecto con retorno inmediato: es difícil percibir la relación entre dar una donación y los beneficios obtenidos. Perú está lejos. Además el programa se centra en actividades educativas y de prevención en las que tienen mayor responsabilidad los gobiernos regionales. ¿Por qué donar?

  • El programa pretende mejorar las condiciones de vida y los niveles de protección social de la infancia en Perú. Pero hoy sabemos que las condiciones de trabajo o protección social en la India, en China o en Latinoamérica influyen indirectamente en el mercado de trabajo europeo. Las acciones de promoción de los derechos del niño y la protección de la infancia a nivel local tienen también repercusiones prácticas a nivel internacional.
  • Este pequeño proyecto forma parte de una iniciativa más amplia que promueve la implicación de los gobiernos en las políticas de la Organización Internacional del Trabajo. Promovemos dinámicas comunitarias que son complementarias de las políticas públicas de prevención. La protección de la infancia es un deber de los servicios públicos. En este caso el programa comunitario sirve para implicar a las familias, apoyar a los facilitadores comunitarios e incentivas las ideas que surgen de la comunidad.
  • Basarnos en una campaña de crowdfunding mejora el ajuste comunitario de la intervención. Las familias y los barrios participan de un modo natural en contextos más informales, menos institucionalizados. También amplía la base que apoya al programa, de forma que cada colaborador se hace corresponsable en la prevención del trabajo infantil.
  • Además, al contar con la colaboración de dos universidades (la PUCP y la Universidad de Sevilla), contribuirá a la implicación de estudiantes universitarios a través de las prácticas externas. El proyecto prepara el marco comunitario en el que participarán.

La experiencia está resultando muy productiva. Nos está sirviendo para divulgar las actividades de prevención del trabajo infantil y sensibilizar sobre el problema. Estamos aprendiendo cuáles son las barreras percibidas para apoyar o implicarse en un proyecto de estas características. Nos está ayudando a perfilar y redefinir la intervención. Estamos muy agradecidos con los apoyos que hemos recibido. Puedes sumarte a través de la página de Goteo.


Qué resulta efectivo en la reducción del trabajo infantil

Hoy concluye la exposición organizada por la OIT en la Estación de Santa Justa en Sevilla, que ha mostrado el impacto positivo de las políticas contra el trabajo infantil en la última década. Las regulaciones internacionales, la educación obligatoria y la reducción de la pobreza están entre los elementos centrales.
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A continuación puedes descargar un pequeño artículo en el que describimos algunas de las acciones que han resultado efectivas a lo largo de dicho período:

  • Elementos centrales en la reducción del trabajo infantil: acceso a una educación universal de calidad, transferencia condicionada de efectivos y coaliciones de agentes sociales [pdf]

Como documentación complementaria puedes consultar:


Día Mundial contra el Trabajo Infantil

AficheHoy 12 de junio de 2013 se celebra el Día mundial contra el trabajo infantil. En las últimas semanas, en E-Voluntas hemos estado publicando noticias y reflexiones sobre este fenómeno, centrándonos en las estrategias de prevención efectivas basadas en la evidencia.

En los últimos años hemos colaborado con el programa Edúcame Primero Colombia, de prevención del trabajo infantil a través de la educación obligatoria y las actividades recreativas. El trabajo infantil tiene un claro impacto en el rendimiento educativo de los niños, y en sentido contrario la educación obligatoria tiene un valor preventivo.

En su versión actual, el programa Edúcame Primero Colombia está evolucionando en el sentido de (a) incorporar micro-intervenciones lúdicas basadas en la evidencia, (b) desarrollar acciones para atender a las necesidades especiales de los desplazados por la violencia política y (c) potenciar el carácter comunitario de la intervención, incorporando actividades con las familias, los centros educativos y los barrios de residencia de los niños trabajadores.

A continuación puedes consultar las entradas previas sobre el tema:

  • Red Latinoamericana contra el Trabajo Infantil [Mapas]
  • Estrategia contra el trabajo infantil en Colombia [Planes]
  • Trabajo infantil doméstico [Niñas]
  • Redes personales de los desplazados en Colombia [Desplazados]
  • Aplicación de programas en centros educativos [Educación]
  • Los programas de transferencia condicionada de efectivo [TFE]
  • El punto de vista de los niños sobre el trabajo infantil [Niños]
  • De la migración al trabajo infantil en Colombia [Colombia]
  • Menores desplazados, menores trabajadores [Desplazados]
  • Migración y trabajo infantil [Migración]
  • «Intensificar la lucha contra el trabajo infantil» [OIT]

La intervención en el trabajo infantil doméstico

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De trabajo doméstico

El trabajo infantil doméstico es una modalidad de trabajo infantil de difícil evaluación y cuantificación, debido en parte a la invisibilidad de este tipo de trabajos que se realizan en el interior del hogar familiar o en hogares de terceros. Por otro lado, en ocasiones, las legislaciones sobre condiciones laborales en general y las restricciones sobre el trabajo infantil, no suelen tener en cuenta este tipo de actividades laborales. En 2008, la Fundación Save the Children publicó un informe en el que indicaba que más de 50 millones de niños y niñas en todo el mundo se dedicaban a actividades laborales domésticas, de los cuales, 10 millones lo hacían en condiciones de esclavitud o relacionadas con las peores formas de trabajo infantil.

En este informe se apuntan a algunas de las principales características de este tipo de trabajos:

1. Como hemos mencionado, tienen lugar en el ámbito privado del hogar. Ello aumenta su invisibilidad, además de dificultar su inclusión en la agenda de las políticas y programas nacionales e internacionales de lucha contra el trabajo infantil.

2. Suele ser un tipo de trabajo social y culturalmente aceptado en muchas ocasiones, sobre todo cuando se desempeña en el hogar familiar. Incluso cuando se desarrolla en hogares de terceros, los padres suelen tener la convicción de que enviar a sus hijos e hijas a los hogares de personas con mayor estatus social o mayor capacidad económica, supone mejores oportunidades de futuro para ellos.

3. Afecta en mayor medida a las niñas que a los niños. De hecho, en diversos estudios se apunta a que más del 80 por ciento del trabajo infantil doméstico lo desempeñan niñas entre los 6 y los 17 años.

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Intervención en el trabajo infantil doméstico

A pesar de las dificultades mencionadas, se pueden encontrar experiencias que han tenido como población objeto, los niños y niñas dedicados a actividades laborales en el hogar. Por ejemplo, la OIT en América Latina y el Caribe diseñó y difundió cuñas radiofónicas que tenían como objetivo la sensibilización sobre diferentes formas de trabajo infantil. Una de ellas, llamada Soledad, hacía referencia explícita al trabajo infantil en el hogar.

Por otro lado, en Colombia, entre 2002 y 2010 se llevaron a cabo un conjunto de programas de intervención en trabajo infantil, entre los que se encontraba el programa de «Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil Doméstico en Hogares de Terceros». Este programa tenía como principales objetivos el cambio cultural en la percepción del trabajo infantil por parte de la sociedad colombiana en general y de forma específica entre los funcionarios de las instituciones y administraciones de atención y protección al menor (entidades de protección infantil, profesores y personal de los centros educativos, padres y madres, etcétera). Para ello se utilizó una estrategia de comunicación y sensibilización mediante materiales audiovisuales y otra consistente en la organización de talleres con diferentes agentes sociales.

Finalmente, una propuesta interesante es el de la publicación promovida por la OIT y el Departamento de Trabajo de Estados Unidos, «Trapitos al Sol». Se trata de una experiencia similar a otras ya comentadas, consistente en dar voz a los niños y niñas trabajadores, en esta ocasión dedicados a actividades domésticas. Lo interesante en este caso, es que se tienen en cuenta las experiencias tanto de niños y niñas, como de adolescentes y adultos que en su infancia tuvieron que trabajar bien en el propio hogar o bien en hogares de terceros en forma de servidumbre.


Intensificar la lucha contra el trabajo infantil

El informe de la OIT “Intensificar la lucha contra el trabajo infantil” es de obligada lectura para los interesados en la prevención de este fenómeno. El documento (a) hace una revisión exhaustiva de las estadísticas de trabajo infantil en el mundo, (b) revisa las condiciones y necesidades especiales de los menores y (c) valora las diferentes intervenciones que se han desarrollado en este ámbito.

La prevención del trabajo infantil en la agricultura sigue siendo una de las prioridades. Se trata del ámbito en el que trabaja un mayor número de menores en el mundo y suele estar asociado a formas culturales arraigadas en la socialización de los niños. Entre las estrategias de intervención se presta atención a la transferencia condicionada de efectivos y a la educación obligatoria. En este último caso, el reto en muchos países consiste en la escasez de profesorado. También es de interés la relación entre la extensión del trabajo infantil y las dificultades de los jóvenes para encontrar un empleo decente.

En el caso de Latinoamérica se constatan los logros de la última década, conformando la región que más ha avanzado en la reducción del trabajo infantil. Sin embargo, se establece como reto la intervención específica con pueblos indígenas y se señalan los riesgos de la crisis financiera mundial en las políticas de protección social.

De entre las recomendaciones para la intervención, nos gustaría destacar tres elementos de los muchos que se mencionan:

  • De los proyectos a las políticas. El impacto de la prevención es reducido si las intervenciones no forman parte de políticas de largo alcance, enfrentando el cambio cultural que supone la protección de los menores.
  • Continuidad de las intervenciones. En segundo lugar, la efectividad de la intervención pasa por el desarrollo de proyectos de medio plazo, de forma que la continuidad y la sostenibilidad de las intervenciones se convierten en dimensiones clave.
  • El riesgo de desandar lo andado. Finalmente, el informe deja claro la necesidad de orientar más estratégicamente la intervención en tiempos de crisis. Posiblemente mantener la intervención conllevará también innovar en las formas de financiación de las actividades de protección social, así como profundizar en la alianza sindical y empresarial.

Informe

  • Descárgalo de la biblioteca de la red LACTI [pdf]

Redes personales de los desplazados en Colombia

Figura 1. Red de apoyo social de adulto en situación de desplazamiento

Figura 1. Red de apoyo social de adulto en situación de desplazamiento

Redes personales, desplazamiento y trabajo infantil

Colombia es uno de los países que más ha sufrido el fenómeno del desplazamiento forzado en los últimos años. Este fenómeno se debe a múltiples factores entre los que destacan el conflicto armado, la presencia de grupos paramilitares o las recientes inundaciones que azotaron el Departamento del Atlántico a finales de 2010. Todos estos elementos han incidido de manera directa en la generación de más de cinco millones de desplazados en todo el país, situándolo como uno de los países con mayor proporción de población desplazada a nivel mundial (IDMC, 2011).

El desplazamiento produce importantes efectos a nivel comunitario e individual. A nivel comunitario provoca una descomposición del tejido social en la que tanto las comunidades de origen como el contexto de destino ven modificada su estructura y composición. Previamente se han documentado situaciones de segregación y conflictividad social derivadas de este fenómeno. A nivel individual, la población afectada debe abandonar sus tierras para asentarse en las zonas periféricas de las grandes ciudades en las que deben buscar el sustento de sus familias. Por otro lado la fragmentación familiar deriva en una reducción de las fuentes de apoyo social disponibles, incrementando el riesgo de padecer situaciones de exclusión social. Los menores de estas familias son especialmente vulnerables al desplazamiento en tanto que dependen directamente de los progenitores. Uno de los efectos del desplazamiento es que estas situaciones incrementan la probabilidad de que los menores realicen actividades laborales para incrementar los mermados ingresos de la unidad familiar.

Figura 2. Red de apoyo social de adulto no desplazado.

Figura 2. Red de apoyo social de adulto no desplazado.

El Laboratorio de Redes Personales y Comunidades (LRPC) ha desarrollado un estudio en Barranquilla (Atlántico-Colombia), para analizar las características de las redes personales de población desplazada y no desplazada, con la finalidad de determinar los posibles efectos interactivos entre las propiedades estructurales de las redes personales y diversos indicadores de implicación comunitaria como el sentido de pertenencia, la participación social o el capital social. Otro de los objetivos de la investigación es poder identificar una tipología de las redes de apoyo social de la población desplazada, para así proponer estrategias de integración y optimización. Para ilustrar los efectos del desplazamiento en las figuras 1 y 2 presentamos dos redes personales. La Figura 1 corresponde a la red de apoyo social de una persona desplazada, mientras que la Figura 2 representa la red de una persona que no se ha desplazado. Como podemos observar la estructura y la composición de la red personal varía notablemente en los dos casos expuestos. La persona desplazada mantiene pocos contactos en el contexto de destino, lo que se traduce en menor disponibilidad de fuentes de apoyo próximas. En sentido inverso la persona no desplazada cuenta en su red con una amplia proporción de población local, este aspecto garantiza el acceso a diferentes fuentes de apoyo repercutiendo positivamente en diferentes variables psicosociales. Este análisis hace posible comprender los procesos de adaptación y desarrollo en el contexto de destino desde una perspectiva interactiva, en la que el entorno relacional del sujeto puede explicar estos procesos de vital importancia para el bienestar individual y colectivo.

Nota sobre las representaciones visuales: El tamaño del nodo indica la multiplicidad de tipos de apoyo que recibe la persona. La forma indica la relación que mantienen con el sujeto (círculo=familiar; cuadrado= pareja; triángulo= amigo; rombo= compañero de trabajo; cuadrado redondeado= vecino). Finalmente el color del nodo indica la procedencia del individuo (blanco= Barranquilla; negro= otra ciudad de Colombia).  
  • Más notas sobre trabajo infantil [TI]
  • Galería gráfica de redes personales [Galería]

Proyecto de investigación en cooperación al desarrollo

  • Redes personales de los menores trabajadores en familias desplazadas por la violencia política en Colombia: indicadores para la evaluación de las acciones de cooperación internacional para el desarrollo. Proyectos de investigación en cooperación al desarrollo. Oficina de Cooperación al Desarrollo de la Universidad de Sevilla (2012-2015).

 


Los Programas de Transferencia Condicionada de Efectivo y el Trabajo Infantil

Los Programas de Transferencia Condicionada (TCE) son un conjunto de iniciativas cuyo objetivo fundamental es la reducción de la pobreza y los efectos asociados a la misma a medio y largo plazo. La idea es simple: ofrecer incentivos monetarios a las familias en situación de pobreza a cambio de que inviertan en capital social y humano, por ejemplo, llevando a sus hijos a centros de salud, a la escuela u otras instituciones públicas y de atención y protección social.

Es decir, los programas, más allá de tratar de romper una situación actual de pobreza que suele ser compleja, con una naturaleza multicausal y necesitada de una intervención integral, sirven como estrategias de prevención primaria, para evitar la perpetuación de este problema en sucesivas generaciones, mediante el fomento de la inversión en los hijos e hijas de estas familias y asegurando unas condiciones mínimas de educación, salud y nutrición. Evidentemente, el ofrecimiento de un recurso económico tiene consecuencias positivas en la economía familiar, sin embargo, los objetivos de los programas van más allá del concepto de subsidio, tratando de movilizar a la familia para que pueda superar su situación de pobreza.

Los TCE han tenido una amplia difusión en América Latina, sirviendo principalmente Colombia, México y Brasil como modelos para su aplicación en otros países de la zona. Además ha sido ampliamente analizados desde instituciones como el Banco Mundial y han sido valorados por medios de comunicación como The Economist, lo que ha permitido su difusión en los últimos años a otras partes del mundo.

TCE y Trabajo Infantil

Respecto al trabajo infantil, se ha debatido bastante acerca del impacto que este tipo de programas de incentivos ha tenido sobre la reducción del trabajo infantil. Por ejemplo, en una nota de hace unos meses en la Red LACTI, Carla Cueva, Ex-viceministra de Desarrollo Social en Honduras, apunta a que es la condicionalidad asociada a las ayudas recibidas, lo que hace que la familia tome conciencia de que la educación, la salud y el desarrollo de sus hijos e hijas es una inversión de futuro para ellos. Apunta además a que existen evidencias de que la aplicación de este tipo de programas, aun cuando no lo tenga entre sus objetivos, consigue reducir las tasas de trabajo infantil en aquellas zonas en las que se aplica.

Una de las ideas subyacentes a este efecto es que el aumento de la participación en actividades escolares, provoca una disminución de la dedicación a actividades laborales. Aunque en este caso solamente se menciona el aumento de la escolarización y no la mejora de la experiencia y la calidad educativa, es evidente que tendrá un efecto protector sobre la dedicación al trabajo, tal y como hemos apuntado en otras ocasiones.

La constatación del éxito de los TCE sobre el trabajo infantil debe tener en cuenta no obstante la complejidad de este problema. Es evidente que un aumento de la escolarización de los niños y niñas tendrá un efecto protector respecto al trabajo infantil, pero se debe partir de la base de que en pocos casos los objetivos de estos programas se traducen en una mención explicita al compromiso de la retirada de los niños y niñas de las actividades laborales. Normalmente se han centrado en la salud y la educación, como elementos de inversión en capital humano, que tendrán una repercusión positiva a medio y largo plazo en diversas esferas de sus vidas.

En este sentido, se ha apuntado a que la efectividad de los programas de transferencia de efectivo sobre el trabajo infantil, dependerá de su vinculación a otras estrategias como el aumento de la calidad de los servicios educativos (desde el momento en que mejora la experiencia educativa del menor que ejerce un efecto de atracción hacia el centro educativo), la creación de programas extracurriculares (que complementeny refuercen la enseñanza en la escuela, como los Espacios para Crecer (pdf) del Programa «Edúcame Primero Colombia») o la creación de intinerarios educativos adecuados a las diferencias individuales y culturales (y que tengan en cuenta la adecuada inserción laboral de los adolescentes que finalicen la enseñanza obligatoria, como en el caso de los Espacios para Emprender).

El Programa «Familias en Acción» en Colombia

familias-accionEn Colombia, la aplicación de esta estrategia se realiza a través del programa «Familias en Acción». Este programa está dirigido a familias registradas en el sistema SISBEN, a familias desplazadas y familias indígenas. El funcionamiento es similar al de otros países: se otorgan incentivos económicos a la familia, en función de la adopción de compromisos relacionados con la educación y la salud de los hijos e hijas. Precisamente el programa otorga dos tipos de subsidios. Un subsidio de salud para familias con hijos menores de 7 años (con el compromiso de acudir a los controles de salud establecidos) y un subsidio de educación (condicionado a la asistencia del hijo o hija al 90 por ciento de las clases en el centro escolar). El programa «Familias en Acción», incluye entre sus objetivos la facilitación y el reforzamiento de estrategias sectoriales, que, aunque no forman parte de los contenidos del programa, si se verán beneficiados por los incentivos condicionados. Las estrategias sectoriales mencionadas son la erradicación del trabajo infantil, la atención a la discapacidad, la atención integral a la primera infancia y la prevención del embarazo adolescente.

Éxito y futuro de los TCE

Los resultados positivos son claros en la aplicación de los programas de transferencia condicionada en los países latinoamericanos. En el caso de Colombia, Brasil y México se han alcanzado tasas de cobertura de la población en situación de pobreza de más del 50 por ciento. En el tiempo de aplicación, se han producido mejoras en la calidad de vida, en los indicadores de educación y de salud de la población beneficiaria de estos programas. Hay evidencias de impacto de los programas en la reducción del trabajo infantil en países como Nicaragua o México, aunque no existen en el caso de otros programas de gran cobertura y magnitud como en Colombia, Chile o Brasil. Incluso, los programas han ayudado a la bancarización y la regularización de la economía en muchos casos (debido a las transferencias bancarias de los incentivos) con el efecto del aumento de acceso al crédito y los servicios financieros de familias y comunidades excluidas socialmente.

Sin embargo, el éxito palpable en determinados indicadores puede hacer que se termine considerando a este tipo de programas como la panacea contra la pobreza y la exclusión social. De hecho, algunas de las críticas recientes que ha recibido este modelo de intervención tienen que ver con el sistema empleado y la carencia de objetivos complementarios. Por ejemplo, en algunos casos se plantea que se está institucionalizando un sistema de subsidios que puede generar en muchas familias una dependencia económica de estos fondos, al margen de los beneficios a largo plazo planteados. Por otro lado, en muchos casos, la carencia de objetivos específicos referidos a problemas derivados de la pobreza como el trabajo infantil, hace que en ocasiones se termine confiando demasiado en el impacto del programa derivado de la escolarización y la salud. Finalmente, algunas críticas se dirigen al intento de crear concienciación en las familias sobre la importancia de la educación y la salud de los hijos a base de incentivos monetarios sin ningún tipo de intervención complementaria.

De hecho, actualmente determinadas instituciones piensan que una continuación de la expansión de los TCE es innecesaria y que sería recomendable pasar a una segunda generación de TCE, en el que el impulso a la escolarización y la atención sanitaria (la cobertura) se vea acompañado también de la mejora en la calidad de los servicios, que como consecuencia de estos programas han visto aumentada su demanda, de forma que el impacto en la población de estos incentivos sea aun mayor.