Archivo de la categoría: Sin hogar

Problemas de vivienda crónicos y episódicos en enfermos mentales

Ivaan Kotulsky ca. 1995 City of Toronto Archives (CC BY 2.0)

Patrones temporales de vida en la calle

Las intervenciones que se dirigen a grupos específicos son más efectivas que las que se dirigen de manera genérica a toda la población. En el caso de las personas sin hogar, esto se ha traducido en la elaboración de tipologías, que permiten diseñar servicios especializados para cada subgrupo en función de sus condiciones de vida y sus características comportamentales.

  • Por ejemplo, se ha distinguido entre las personas sin hogar de forma crónica y aquellos que están en esta situación de manera episódica. Mientras que los primeros suelen utilizar los refugios para personas sin hogar de manera continuada, los segundos entran y salen de este tipo de servicios.
  • También se han elaborado clasificaciones en función de indicadores físicos y comportamentales de salud, agrupando a las personas sin hogar en función de si padecen problemas de salud física, problemas de salud mental y abuso de drogas. Esto ha servido para determinar que los que muestran problemas con las drogas tienen más dificultades para conseguir cierta estabilidad residencial. El consumo abusivo de drogas es un factor de riesgo decisivo.

En un condado de Seattle (Washington), realizaron una investigación específica centrada en el subgrupo de personas sin hogar que padecen enfermedad mental. En este caso se identificaron cuatro grupos en función de los patrones temporales de uso de la vivienda: sin hogar de manera continuada, con alojamiento de manera continuada, sin hogar intermitentemente, y sin hogar temporalmente. El estudio permitió identificar algunos factores de riesgo:

  • Las personas con problemas de salud mental mostraron mayor riesgo de inestabilidad residencial a largo plazo (en comparación con la población sin hogar general).
  • Los hombres también fueron más vulnerables que las mujeres, estando más representados en el grupo de personas sin hogar de manera continuada. En este caso el género puede coincidir con otros factores de riesgo, tales como (a) el consumo abusivo de drogas y (b) la encarcelación. El consumo de drogas puede discurrir con situaciones episódicas de falta de vivienda y están en contacto con todo tipo de programas, desde refugios a programas especializados o la cárcel. Los centros de servicios son un escenario especialmente relevante para este tipo de población.
  • También es interesante constatar que quienes no cuentan con un diagnóstico de enfermedad mental, o quienes muestran problemas menos severos que la psicosis, pueden tener necesidades específicas en el acceso a las prestaciones.

Notas para la intervención

  1. Este es un ámbito en el que la prevención puede resultar especialmente pertinente, dada la asociación entre enfermedad mental y vida en la calle.
  2. También resulta útil diseñar programas basados en la idea de la continuidad de los programas de vivienda, facilitando transiciones hacia entornos residenciales progresivamente más independientes.
  3. Una de las prácticas basadas en la evidencia es el programa Housing First. En España se ha denominado «Programa Hábitat», como se muestra en el video a continuación:

Programa Hábitat

Referencia del artículo

  • Brown, M., Chodzen, G., Mihelicova, M., & Collins, K. (2017). Applying a Time‐Patterned Typology of Homelessness Among Individuals with Mental Illness. American Journal of Community Psychology, 59, 306-315. [AJCP]

Mapas participativos con personas sin hogar

homeless

Rui Duarte (CC BY-NC 2.0)

Mapas participativos para conocer los escenarios de comportamiento de los jóvenes sin hogar

Los jóvenes sin hogar (homeless) suelen padecer una prevalencia elevada de la depresión, la ideación suicida, el abuso de sustancias y los problemas de salud mental. Pese a la soledad y la exclusión social, normalmente desarrollan redes de iguales en los que obtienen compañía y protección para adaptarse a la vida en la calle. También se trata de un colectivo que pasa una parte importante de su tiempo orientándose en el sistema de servicios con los que dar respuesta a sus necesidades.

Un estudio con 28 jóvenes sin hogar en Portland (Oregon) utilizó los mapas participativos y los sistemas de información geográfica (GIS) para determinar los lugares de la ciudad más relevantes, así como su conexión con el sentido de comunidad y el bienestar psicológico. Para ello, en primer lugar las personas sin hogar dibujaron los espacios que ellos consideraban relevantes en la comunidad (siguiendo un enfoque narrativo); a continuación, dichos lugares eran localizados a través de Google Maps, de modo que finalmente se llevaba a cabo un proceso de geo-codificación para representar el movimiento espacial de los entrevistados en su día a día.

Los resultados mostraron que:

  • Los 28 participantes mencionaron un promedio de 10 espacios relevantes en la comunidad.
  • Del total de espacios mencionados, 21 eran centros de prestación de servicios, 47 lugares para la interacción social, y 22 espacios para actividades educativas, vocacionales y hobbies. Los servicios suelen estar concentrados en el centro de la ciudad; mientras que los lugares sociales o de hobbies suelen estar más distribuidos.
  • Se encontró (a) una relación entre el número de lugares mencionados y el sentido de comunidad, y (b) entre el número de lugares mencionados y el bienestar psicológico.

Uno de los hallazgos interesantes es que los jóvenes sin hogar pasan una parte significativa de su tiempo en centros de servicios, tales como albergues, programas de día y dispositivos de salud mental. También sirvió para identificar como el espacio más mencionado a una zona junto al río que es reconocido como lugar de encuentro habitual entre personas sin hogar.

Participación y escenarios

Los métodos participativos se mostraron sensibles para capturar la experiencia subjetiva de las personas sin hogar. La elaboración de un mapa es una actividad creativa, que genera implicación y sentido de competencia en los participantes. En este caso permitió describir el uso del espacio desde su propio punto de vista. Esta estrategia participativa guarda cierta relación con los “paseos comunitarios”, que son organizados por vecinos y permiten explorar la ciudad con el punto de vista de los residentes. La propia actividad genera oportunidades para el desarrollo de relaciones. También facilita el desarrollo una visión compartida y sentido de comunidad sobre los espacios comunes.

En este caso los mapas participativos permitieron elaborar una especie de censo de “escenarios de conducta”, puesto que permitió describir el tipo de actividad (instrumental, social, o de prestación de servicios) que estaba vinculada a cada lugar de referencia.

Comentario basado en:

Townley, G., Pearson L., Lehrwyn J.M., Prophet N.T., Trauernicht, M. (2016). Utilizing Participatory Mapping and GIS to Examine the Activity Spaces of Homeless Youth. American Journal of Community Psychology, 57 (3-4), 404-414. doi: 10.1002/ajcp.12060


La pertenencia comunitaria de las personas sin hogar

Jim Fischer (CC BY 2.0)

Jim Fischer (CC BY 2.0)

Discursos de resistencia y exclusión en los espacios públicos

El centro de las ciudades suele servir como un espacio de intersección entre individuos de diferentes clases sociales y grupos étnicos. Sin embargo, la privatización del espacio público y las ordenanzas restrictivas parecen desplazar del mismo a las personas sin hogar y a los miembros de la comunidad con bajos ingresos. Este tipo de regulaciones municipales coinciden con el hecho de que más del 50 por ciento de las personas sin hogar han estado retenidos en la cárcel al menos 5 días por delitos menores.

La ciudad de Santa Cruz, en California, es una de las áreas de alquiler de viviendas más caras de Estados Unidos. Las ordenanzas municipales en dicha localidad prohíben «sentarse en las aceras o estar sentado en un banco durante más de una hora, dormir en la calle o en un coche, o cubrirse con una manta en público».

En este contexto, una investigación etnográfica describió dos discursos contrapuestos sobre las personas sin hogar:

  • El discurso dominante ve a las personas sin hogar como (a) una amenaza a la seguridad pública, que (b) ensucia los espacios públicos más transitados (con basura o acampadas), y (c) contribuye negativamente a la vitalidad económica del centro de la ciudad.
  • El discurso de resistencia de las personas sin hogar que (a) consideran injusta la criminalización del colectivo, y (b) reclaman el derecho de pertenencia a la comunidad. Desde este punto de vista, las personas sin hogar son (c) un resultado de la desigualdad económica.

Esta confrontación de perspectivas refleja, al fin y al cabo, la transformación de los patrones de sociabilidad y las experiencias comunitarias asociadas al centro de las ciudades. Un caso cada vez más frecuente.

Referencia del artículo

Toolis E.E. & Hammack, P. L. (2015). «This is My Community»: Reproducing and Resisting Boundaries of Exclusion in Contested Public Spaces. American Journal of Community Psychology, 56 (3-4), 368-82. [AJCP]

De espacios, lugares y participación

Esta investigación es un ejemplo de la aplicación de métodos etnográficos y cualitativos en el análisis de contextos comunitarios. La observación participante permite una descripción densa, aportando información sobre los contextos y la historia de las comunidades. Las entrevistas cualitativas reflejan el punto de vista de la comunidad y el discurso con el que describen la realidad.

Las historias compartidas por la comunidad tienen un papel importante en el valor que se le asigna a un lugar. Al definir el centro de las ciudades como un espacio para el consumo, las personas sin hogar son vistas como una molestia que está fuera de lugar. Algunos apuntes en este contexto:

  • Una manera de describir el espacio consiste en determinar cuáles son las experiencias personales, las emociones y las memorias de un lugar.
  • Incluso podemos diseñar estrategias de intervención que pretenden modificar el significado y, en consecuencia, el valor que tiene un lugar para la población local.
  • Esto hace que en los procesos de planificación urbana participativa sea de interés poner en juego los discursos y las historias compartidas por la población.
  • El concepto de escenarios de conducta, que toma en consideración los comportamientos e interacciones asociados a un lugar, sigue siendo una idea enormemente sugerente que posiblemente ha tenido un pobre desarrollo empírico en la investigación.

Para saber más

Cilliers, E. J., Timmermans, W., Van den Goorbergh, F. & Slijkhuis, J. S. A. (2015). The story behind the place: creating urban spaces that enhance quality of life. Applied Research Quality of Life, 10, 589-598.


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