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De gobernanza ambiental colaborativa

With fishing boats in Essaouira Harbour, by Mike Prince (CC BY 2.0)

Redes y sistemas socio-ecológicos

La gobernanza colaborativa se ha propuesto como una solución sostenible a los problemas medioambientales. Tanto para conservar los recursos pesqueros en las pesquerías de pequeña escala como para afrontar el cambio climático, se considera decisiva la colaboración entre un conjunto de actores públicos y privados. Örjan Bodin hace un repaso de la investigación reciente sobre gobernanza ambiental colaborativa en un artículo en Science, donde presta especial atención a la estructura de las redes de colaboración.

La colaboración entre actores es necesaria pero no suficiente

La colaboración entre múltiples actores se hace necesaria para (a) superar la fragmentación institucional, (b) adquirir una mejor comprensión de ecosistemas complejos, (c) contribuir al desarrollo de innovaciones y (d) difundir buenas prácticas de conservación de los recursos. Sin embargo, la colaboración no siempre da lugar a resultados positivos. Como muestra la literatura sobre el tema…

  • La gobernanza colaborativa consume tiempo.
  • Hay problemas ambientales que requieren de una acción inmediata.
  • En la toma de decisiones emergen aspectos críticos tales como la transparencia, la legitimidad y la rendición de cuentas, que no se resuelven de forma unívoca.
  • E incluso la colaboración puede llegar a ser contraproducente cuando contribuye al escalamiento de conflictos.

Como resume el propio Örjan Bodin:

«El asunto ambiental en cuestión puede ser tan controvertido, plagado de asimetrías de poder entre las partes interesadas, que esperar que la colaboración resuelva sin más los problemas ambientales es bastante ingenuo» (Bodin, 2017, p. 1). [Traducción propia]

Coordinación, colaboración y ajuste con el contexto ecológico

Una de las maneras de estudiar la gobernanza ambiental colaborativa ha consistido en analizar las redes entre los actores públicos y privados. Para ello se examina, el grado de cohesión, la centralización de la red, la fragmentación y/o la conectividad entre diferentes tipos de actores. Algunas de las observaciones interesantes con este enfoque, entre muchas otras, son las siguientes:

  1. La topología de la red más efectiva en cada caso puede depender del tipo de colaboración y del tipo de problema. Las redes más centralizadas pueden resultar más efectivas en problemas de coordinación a corto plazo: por ejemplo, los esfuerzos de coordinación en una zona costera para erradicar una especie invasora. Las redes densas y cohesivas de múltiples actores resultan más funcionales para afrontar problemas de cooperación a largo plazo: por ejemplo, lograr niveles sostenibles de capturas en las pesquerías internacionales de altura.
  2. El análisis multinivel de redes tróficas y redes de colaboración entre actores sociales permite valorar el ajuste socio-ecológico. Esto conlleva analizar la conectividad “horizontal” y “vertical” entre los sistemas ecológicos y sociales. En este ámbito, algunos estudios muestran el potencial de las políticas públicas para coordinar actores que de otro modo estarían desconectados en su relación con el ecosistema.
  3. El liderazgo efectivo puede tener un papel clave, especialmente cuando las personas clave hacen un papel de puente o intermediación entre actores de diferente naturaleza.

Elementos para la acción colectiva

En suma, esta revisión muestra que, más allá del énfasis en formas de gobernanza participativas, se hace necesario explorar la efectividad de las distintas formas de colaboración en función del contexto.

  1. La participación por sí misma no es suficiente para resolver los problemas ambientales. Son también importantes la forma que adopta dicha colaboración (la topología de las redes), las características del problema ambiental en cuestión, las capacidades de los actores implicados, los papeles de liderazgo, y las peculiaridades de las políticas públicas (junto con otros factores que contribuyen al cambio de comportamiento).
  2. Es necesario examinar la interacción de la colaboración entre actores sociales con las dinámicas propias del ecosistema. La perspectiva socio-ecológica conlleva analizar las redes en capas sociales y ecológicas (ajuste horizontal) y analizar la conectividad entre múltiples niveles de análisis (ajuste vertical).

Referencia

Bodin, Ö. (2017). Collaborative environmental governance: Achieving collective action in social-ecological systems. Science, 357(6352), eaan1114.

Se puede acceder al artículo en: http://science.sciencemag.org/content/357/6352/eaan1114

Para saber más

  • Uno de los primeros artículos de Örjan Bodin sobre el tema ha sido traducido al español y publicado en la revista REDES: Las redes sociales en la gestión de los recursos naturales.
  • El artículo “Tres estrategias de pesca desde el puerto de Chipiona” es un estudio de caso de las redes de colaboración entre pescadores en un área marina protegida [pdf] y el trabajo “Network Analysis and Stakeholder Analysis in Mixed Methods Research” está disponible en la web de “The Chinese University of Hong Kong” [pdf]