El 4 de noviembre la Fundación Telefónica presentó el informe “El Retrato del Voluntariado en España”, que analiza las tendencias fundamentales y algunas de las experiencias innovadoras en la participación comunitaria de los últimos años.
Una de las características del informe consiste en partir del supuesto de que existen múltiples formas de voluntariado y diversos formatos de participación. Desde la vinculación estructurada de voluntarios con organizaciones del tercer sector a la participación informal y el activismo ciudadano. Algunas de las cifras que aporta el informe son las siguientes:
Es voluntaria algo más del 6 por ciento de la población de más de 14 años en España.
Entre la población de más de 18 años, más del 42 por ciento colabora con alguna organización no gubernamental.
Más de 30.000 entidades constituyen el Tercer Sector en España.
De acuerdo con los datos, los voluntarios y voluntarias llegan a las entidades sociales por ganas de ayudar y sentirse útiles. Una vez que se vinculan, la aportación de los voluntarios es un recurso fundamental para las organizaciones no gubernamentales. Finalmente, la continuidad de la participación depende en gran medida de que encuentren oportunidades para implicarse y tener un papel relevante.
Entre otros roles, los voluntarios pueden ejercer de cuidadores, aprendices, dinamizadores comunitarios, emprendedores, activistas y generadores de comunidad.
Una de las partes más interesantes del informe, consiste en la presentación de prácticas innovadoras, que pueden proporcionar a las entidades del Tercer Sector modelos positivos para la intervención. Las buenas prácticas seleccionadas muestran modelos y estrategias para el desarrollo de competencias de los voluntarios, la organización de iniciativas de aprendizaje-servicio, la implicación de jóvenes en la ayuda instrumental a personas mayores, el acompañamiento a menores en riesgo social, la promoción de la integración de inmigrantes, y el uso inclusivo de las tecnologías de la información… entre muchas otras…
Descarga el informe
Para conocer las experiencias y algunos de los datos fundamentales, puedes descargar el informe a continuación [Retrato del Voluntariado en España]
Desde el LRPC, tuvimos ocasión de participar en el 12º Congreso Andaluz del Voluntariado, celebrado recientemente en la Universidad de Almería. Concretamente, en la elaboración de las conclusiones sobre las ideas compartidas en sus áreas de trabajo. Se trataron temas como el aprendizaje-servicio, la medición de competencias en el voluntariado y nuevas formas de participación. Resumimos a continuación las ideas más importantes:
Voluntariado y Aprendizaje-Servicio
Los programas de Aprendizaje-Servicio integran en el itinerario educativo formal actividades en contacto con la vida sociocomunitaria. En e-voluntas hemos hablado en alguna ocasión de esta metodología. Pueden abarcar desde las primeras etapas educativas hasta las más tardías. Los centros educativos asumen, por tanto, un papel activo en dinamizar la vida social de la zona, diversificando las experiencias de aprendizaje basado en valores. Se fomenta, por tanto, una cultura de participación a lo largo del ciclo vital y que, sin llegar por qué desembocar en el voluntariado, lo define como uno de sus antecedentes más atractivos. Resumimos las ideas-fuerza:
La experiencia debe ser significativa en lo social y relevante en lo formativo.
Es vital la implicación del centro educativo, el liderazgo de un profesorado comprometido con metodologías innovadoras, el apoyo de la dirección. El papel de las familias como facilitadoras de las actividades. Y, fundamentalmente, un conjunto de estudiantes con compromiso por involucrarse en su realidad.
En los primeros pasos, puede requerir de asistencia técnica, bien el profesorado, bien por alianzas con otras experiencias similares. El papel de las instituciones para asesorar a los centros más motivados es importante.
Como resultado, se define a los centros educativos como recursos para la comunidad, donde se refuerza un aprendizaje basado en valores y en competencias para diferentes ámbitos: laboral, ciudadanía, emocional, etc.
Algunas de las experiencias que se presentaron fueron las siguientes:
CEIP Padre Marchena y el CEIP Juan XXIII. Proyecto Jabón de Marchena.
Proyecto “Ven a Donar”. IES Cardenal Cisneros (Alcalá de Henares)
Reconocimiento de competencias
La experiencia de voluntariado puede dar a conocer competencias no siempre adquiridas en el sistema educativo formal, más centrado en la adquisición de conocimientos. Las iniciativas presentadas fueron las siguientes:
RECONOCE. Impulsada por Red de Centros Juveniles D. Bosco, Scouts y Didania (entidades cristianas de tiempo libre)
VOL +. Promovida por la Plataforma del Voluntariado de España.
El enfoque centrado en competencias ofrece interesantes posibilidades para la gestión de los recursos de voluntariado. Por ejemplo, a la hora de diseñar la formación, los procesos de supervisión de la actividad voluntaria. También el reconocimiento formal de su actividad.
En este sentido, también se recomienda una lectura del Proyecto E-VOC.Iniciativa europea formación en línea sobre la validación de las competencias en el sector voluntario europeo.
Nuevos voluntariados
Este espacio de trabajo agrupó a diferentes experiencias bajo el denominador común de contribuir al debate de la constante evolución que caracteriza al movimiento de voluntariado. Se presentaron experiencias a través de las cuales el voluntariado contribuye de algún modo a la mejora de las condiciones de vida de la población participante, al tiempo de ofrecer alternativas de convivencia basada en valores como la participación, la diversidad y la igualdad de oportunidades. Las experiencias presentadas fueron las siguientes:
Asociación Andaluza de Epilepsia: Ápice. Que presentó su programa de voluntariado inclusivo a través del cual se dinamiza en torno a la participación un conjunto de colaboraciones que trascienden la mera prestación asistencial de un servicio.
Asociación Ura-clan. Este club de rugby inclusivo propone el deporte como estrategia de integración social. Han logrado la consolidación de una comunidad basada en la diversidad a través del deporte, sus valores y su filosofía.
Asociación Rumbo Solidario. Fundación Vicente Ferrer. Asociación cordobesa cuya propuesta solidaria consiste en la promoción de actividades deportivas con fines solidarios.
Confederación de Mayores Activos – Confemac. Entidad que presenta su plataforma de formación online en la que se ha diseñado una experiencia de formación online para el voluntariado.
Asociación Madre Coraje. El voluntariado con el que cuentan es muy diverso, en sí misma esta entidad es un ejemplo de convivencia intergeneracional en la promoción de valores solidarios y de transformación social.
Asociación Amigos de Mayores en la Red (Mayor-Net). Combinan actividades de alfabetización digital con la configuración de espacios sociales, sensibilización, concienciación y difusión a través de las TIC de iniciativas solidarias, de las que su blog es un buen ejemplo.
Conclusiones
El voluntariado mantiene intactas su versatilidad para ofrecer respuestas a las necesidades de la población. La diversidad en su composición interna, la heterogeneidad de enfoques y su capacidad de adaptación a entornos cambiantes los configuran como una de las expresiones solidarias más complejas. En este congreso se ha puesto de relieve la definición de espacios comunitarios alternativos en los que la población tradicionalmente considerada receptora pasiva de servicios pasa a un papel activo en la reivindicación de un mayor protagonismo en la vida pública.
El ejercicio del voluntariado tiene efectos positivos a diferentes niveles. Para las personas, grupos y contextos receptores de la ayuda las consecuencias son lógicas. Pero también para las personas voluntarias. Se han constatado los beneficios psicológicos del ejercicio del voluntariado, que oscilan desde los sentimientos de utilidad, bienestar o salud, entro otros. Cabe citar que el ejercicio de la solidaridad en edades tempranas tiene consecuencias también positivas en la vida adulta. Los programas de aprendizaje-servicios serían una manifestación de esta idea. Este hecho nos invita a diseñar políticas públicas desde una perspectiva de ciclo vital, de manera que se cualquier persona tenga la oportunidad de contribuir solidariamente a la mejora de su entorno. Supone un reto de madurez para el tejido asociativo andaluz y para sus políticas públicas.
Durante las áreas de trabajo se ha enfatizado la definición del voluntariado como una experiencia significativa en la vida de las personas. En este proceso de identificación de la persona con su actividad voluntaria tiene un peso importante los elementos organizativos. La gestión estratégica que las entidades de voluntariado realicen sobre los programas, sus recursos y el voluntariado puede predecir el mantenimiento de la actividad de voluntariado en el tiempo. En este sentido, cabe citar las actividades de reconocimiento y acreditación de las competencias adquiridas durante el voluntariado. Es un debate que ha pasado al primer plano de la actualidad del voluntariado con la aprobación de la ley.
En suma, la aprobación de la ley 4/2018, de 8 de mayo, Andaluza del Voluntariado ha supuesto un avance en la consolidación del fenómeno del voluntariado como una de las expresiones solidarias más visibles de nuestro tiempo. Algunas de sus consideraciones son las siguientes:
a) Se han definido los campos de intervención de una manera más moderna, b) Se han reconocido derechos y deberes también a las personas destinatarias de la ayuda c) Se han incorporado con roles más definidos a empresas y universidades como actores sociales relevantes en la promoción del voluntariado. d) Se ha definido el programa de voluntariado como el eje estratégico de la colaboración entre las personas, entidades y los contextos de intervención. e) Se ha facilitado la posibilidad de participación de adolescentes y jóvenes en las entidades de voluntariado f) Se han integrado procesos comunitarios de participación como precursoras del voluntariado, como el caso de las experiencias de aprendizaje-servicio g) Se han sentado las bases para la dinamización de la gestión asociativa a partir de un enfoque centrado en competencias.
Naturalmente, estos avances implican un reto para instituciones, entidades, protagonistas del voluntariado, empresas y universidades, de las que este congreso ha sido un espacio de debate conjunto para establecer prioridades y responsabilidades compartidas. El voluntariado, por tanto, sigue manteniendo vigente su vocación de progreso democrático en los territorios que, como Andalucía, tiene una presencia cada vez más visible.
El programa del XIX Congreso Estatal del Voluntariado (Sevilla, 22 y 23 de noviembre de 2017) combinó sesiones plenarias con mesas redondas y espacios de trabajo temáticos. De manera complementaria, diferentes entidades expusieron sus programas en mesas informativas y formatos multimedia alrededor de la etiqueta #CEV2017.
El área dedicada a la educación y futuro concentró diferentes experiencias de promoción del voluntariado socioeducativo. Contó con la participación de espacios de coordinación del voluntariado universitario (Paula Carmona de la oficina de voluntariado de la UPO); programas de voluntariado socioeducativo en contextos de vulnerabilidad (María Arce de Manos Abiertas del Polígono Norte – Sevilla); experiencias lideradas por jóvenes en el ámbito de la participación comunitaria (Silvia Moreno de Jóvenes Unidos de San Cristobal de los Ángeles – Madrid); participación de la comunidad educativa, a través de profesores que combinan su actividad docente con el voluntariado hospitalario (Xuxo Ruiz, de la Fundación Abracadabra); presentación de la metodología del aprendizaje-servicio (Rocío Yebra, del grupo impulsor asturiano de la Red Española de APS); y la contribución de internet como espacio de participación y cómo atender la exclusión sociodigital (Yolanda Rueda de Cibervoluntarios). La mesa estuvo moderada por Fran Santolaya, del grupo de investigación Laboratorio de Redes Personales y Comunidades – LRPC, de la Universidad de Sevilla.
Algunas ideas fuerza que se compartieron fueron las siguientes:
El voluntariado ocupa un espacio social de naturaleza intersectorial, Las organizaciones sociales solventan problemas comunes a través de la suma de esfuerzos coordinados.
La transición de la infancia a la juventud y hacia la vida adulta cuenta en el aprendizaje en torno a competencias y valores la oportunidad de vivir experiencias significativas. Programas de aprendizaje-servicio se ubicarían como el contexto óptimo donde crear una cultura de participación que se materialice en un futuro voluntariado
La existencia de un capital social de base comunitaria, expresada a través de asociaciones de barrio, por ejemplo, tienen un enorme potencial de capitalizar la inquietud de la ciudadanía por implicarse en la mejora de la calidad de vida y la influencia sociopolítica. Este aspecto resulta especialmente atractivo en contextos y grupos sociales más vulnerables.
Los contextos formales de aprendizaje tienen un margen de mejora en la incorporación de innovaciones en el modelo de enseñanza. Asumir metodologías más atractivas, integrar el trabajo en competencias, personalizar itinerarios personales de desarrollo e integrar el contacto con la comunidad en el CV de sus protagonistas a lo largo de las diferentes etapas educativas serían algunos de las áreas de interés a explorar. El voluntariado, una de las vías donde se encuentran los espacios de educación formal e informal. En definitiva, se trata se enseñar a participar a través del ejercicio de la solidaridad.
La gestión del voluntariado está conectada con multitud de procesos organizativos cuya atención determina el éxito de la experiencia de participación: la orientación inicial, el despertar de inquietudes, el acompañamiento o la supervisión son solo algunos ejemplo. La calidad en la gestión de las organizaciones puede llegar a convertirse en un factor diferencial entre las estructuras solidarias.
El voluntariado es una experiencia relevante en la vida de sus protagonistas, se adquieren competencias de enorme utilidad en el desarrollo vital. Ya no solo el acceso, sino el uso del ciberespacio como espacio de conexión interpersonal puede multiplicar la gestión de la información y el conocimiento que hacen tanto las personas como las organizaciones de voluntariado. Por consiguiente, reducir la exclusión sociodigital una prioridad.
Las experiencias propuestas durante la mesa de trabajo han puesto de relieve la versatilidad del voluntariado como estrategia de intervención. Los programas de fomento de la participación ciudadana en general y voluntariado en particular han mostrado una alta solvencia en las siguientes dimensiones de análisis:
Espacios educativos formales-informales: El voluntariado puede servir de puente para conectar experiencias de aprendizaje-servicio con el tejido comunitario local. A su vez, las entidades de voluntariado tienen en las escuelas, institutos y universidades un espacio de transmisión natural de sus inquietudes y de potencial de participación.
Espacios geográficos-relacionales. El voluntariado se muestra como una herramienta para la participación de la ciudadanía asumiendo el barrio, el municipio o lo local como espacio de interacción natural. A su vez, y fundamentalmente gracias a internet, el voluntariado puede conectar a personas y entidades con idénticas inquietudes más allá del espacio geográfico.
Espacios asistenciales-promocionales. El voluntariado asiste de manera inmediata a aquellas personas y grupos con mayor vulnerabilidad, de la misma manera que potencia el desarrollo de habilidades de colectivos tradicionalmente considerados usuarios pasivos de servicios y los acompaña hacia una rol más activo en la sociedad, situándolos en la antesala de los procesos de influencia sociopolítica.
Espacios tradicionales-innovadores. El voluntariado asume la lógica tradicional de la militancia en una entidad de referencia, donde se permanecía durante un alto tiempo. De la misma manera, se observan nuevos formatos más personalizados de participación. Esta individualización pone a prueba la capacidad de las estructuras tradicionales en su adaptación a la participación juvenil (futura adulta), multiconectada, interactiva, y que está llamada a liderar la sociedad civil organizada.
El vídeo completo de la sesión también está aquí disponible:
Representación visual del IV Plan Andaluz del Voluntariado 2017-2020
El pasado mes de octubre se aprobó el IV Plan Andaluz del Voluntariado 2017-2020. Por definición, este tipo de documentos establece un conjunto de actividades que enmarcan las líneas estratégicas públicas, en este caso, en materia de fomento de la participación ciudadana y el voluntariado.
El citado plan cuenta entre sus particularidades su continuidad en el tiempo, es decir, desde el año 2003 se han venido actualizando diferentes marcos estratégicos hasta alcanzar el periodo 2017-2020. Tomados desde un punto de vista histórico, vienen a presentar la evolución del movimiento de voluntariado y las políticas públicas que lo fomentan.
Una segunda característica tiene que ver con algo no demasiado frecuente en este tipo de publicaciones, como es el caso de contar con un compromiso económico asociado a las diferentes medidas que lo configuran. A pesar de la complejidad en la definición de un movimiento tan heterogéneo como el voluntariado, se realiza el esfuerzo por estimar las inversiones públicas distribuidas por áreas de actuación del voluntariado y colectivos protagonistas que configuran el tejido asociativo.
El resultado es un conjunto de 74 medidas agrupadas alrededor de las siguientes líneas estratégicas:
Promoción del voluntariado: Incluye la difusión del voluntariado, el reconocimiento de su actividad social o la financiación directa de sus programas.
Capacitación del voluntariado: Integrado por aquellas actuaciones dirigidas al fomento de competencias para el ejercicio de sus actividades, así como la mejora en la gestión de la vida asociativa de las entidades de voluntariado.
Buenas prácticas y gestión por resultados de la acción voluntaria organizada. Área dedicada al intercambio de programas de voluntariado basados en la evidencia, sistematizar y compartir programas exitosos.
Fomento de innovaciones sociales y comunitarias. Dirigida al fomento de prácticas online, iniciativas de responsabilidad social corporativa, promoción de la investigación así como de indicadores de medición del voluntariado.
Proceso abierto y participativo de recogida de aportaciones. Se diseñó un cuestionario online dirigido a realizar propuestas, al tiempo de generar una visión compartida sobre la experiencia de participación tanto de personas como de entidades. Posteriormente, se organizaron asambleas o foros territoriales donde debatir abiertamente propuestas, identificar riesgos, fortalezas y expectativas sobre la realidad social del voluntariado. Sus resultados inspiraron el análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) que aparece en la introducción del IV Plan.
Revisión normativa sobre voluntariado. El IV Plan aporta una recopilación de los principales avances normativos e institucionales ocurridos en los últimos años, organizados por diferentes niveles (Naciones Unidas, Unión Europea y ámbito estatal).
Análisis de la literatura científica. De igual manera, se realizó una búsqueda bibliográfica con el fin de identificar buenas prácticas o programas ejemplares en materia de promoción del voluntariado, cuyo resultado también puede observarse en el documento final.
Análisis secundario de ficheros. Concretamente, nos referimos a la explotación de los datos del Registro General de Entidades de Voluntariado. Esta información permite conocer una distribución aproximada de la naturaleza de las entidades inscritas. No obstante, se realizaron análisis más complejos gracias a los que se identificaron diferencias en indicadores de gestión asociativa en el ámbito urbano respecto al rural, tal y como aparecen descritas en el documento.
En suma, la colaboración entre diferentes actores sociales, comenzando por los propios protagonistas del voluntariado, sus entidades, la Plataforma Andaluza del Voluntariado, las instituciones públicas y la universidad, pensamos ha enriquecido la versión final del documento y ojalá, así sea, la utilidad social de su contenido.
El IV Plan Andaluz del Voluntariado está disponible para su descarga en el siguiente enlace [formato pdf] También se ha publicado una presentación resumida [formato pdf]
El pasado 19 de mayo estudiantes de la Northeastern University (Boston, USA) caminan por el Polígono Norte de Sevilla, un barrio construido en los años 70 y cuya evolución ha derivado hasta considerarse una de las zonas con mayor incidencia de problemas comunitarios. Los indicadores de fracaso escolar, desempleo, adicciones, salud mental y desestructuración familiar así lo manifiestan.
Sin embargo, poco o nada tiene que ver conocer un barrio únicamente desde los manuales científicos. Las ciudades son libros que se leen con los pies. Por ello, como parte del curso de formación sobre etnografía y redes sociales, los estudiantes participan en una visita guiada al barrio, organizada por el Laboratorio de Redes Personales y Comunidades, grupo de investigación de la Universidad de Sevilla.
El propósito de la visita es conocer iniciativas a través de los cuales la sociedad civil organizada y las administraciones luchan contra los factores de riesgo de exclusión social en la zona. El planteamiento metodológico del paseo es similar a la propuesta realizada por la iniciativa Jane´s Walk en Sevilla. La idea de base es identificar cómo el espacio urbano determina la interacción entre sus habitantes y, por consiguiente, también su comportamiento. Por ello, se estructuran una serie de etapas donde diferentes personas y colectivos sociales presentan visiones diversas sobre su trabajo comunitario en el barrio, todo muy alejado del circuito turístico tradicional.
Descripción del itinerario del paseo comunitario por el Polígono Norte
La ruta comenzó por el Centro de Salud del Polígono Norte, donde Carlos García (Trabajador Social) y Carlota Muñoz (Adjunta Enfermería) mostraron los programas de atención y prevención comunitaria. Posteriormente, en la Plaza del Olivo, Juan Lafuente, profesor del IES Azahar, describió su experiencia y conocimiento acumulados durante más de 30 años como docente en el barrio. La siguiente etapa llevó a los participantes al interior del Polígono Norte, donde conocieron el programa de refuerzo escolar de la Asociación Rutas, presentado por Irene Castilla, su coordinadora. También visitaron la Asociación Manos Abiertas, donde María Arce, su responsable, les presentó el programa de promoción del voluntariado y participación juvenil en la zona. La explicación de las iniciativas de empleo y programas de inserción laboral corrió por cuenta de AESIM, gracias a las explicaciones de Marta Diaz, la coordinadora de la entidad y miembro activo de la Red Sevilla Norte. La última etapa llevó a los participantes a detenerse junto al contenedor de recogida de ropa usada a través del cual Cáritas, en colaboración con la Fundación Persán, la recicla y reutiliza de manera sostenible.
La sesión finalizó con una breve dinámica de evaluación, a través de la cual los propios participantes comentaban aquellas ideas que más les llamaron la atención desde su propia experiencia personal. Los comentarios fueron diversos. La conexión entre teoría y práctica fue una constante. También conocer una parte de la ciudad con una intensidad difícilmente posible de otra manera. Se subrayó positivamente el enorme caudal participativo y de auto-organización comunitaria del barrio, la implicación de actores clave en su articulación social, la gestión de su diversidad y la respuesta de la ciudadanía en términos de participación ciudadana. En suma, en el Polígono Norte no solo hay problemas, sino también propuestas más que sugerentes para combatirlos y una cierta conciencia sobre cómo superarlos.
Cómo organizar un paseo comunitario en cinco pasos.
1.- Los preparativos son importantes. Estudia el perfil de los participantes, sus motivaciones e inquietudes. Anticípales lo que van a visitar. Por ejemplo, prepara un plano con el itinerario, las rutas y los horarios. Una sugerencia. Más de dos horas de duración convierte un paseo interactivo en una caminata agotadora.
2.- Los actores sociales son clave. Identifica aquellos recursos del barrio que resulten de calidad. No queremos lecciones magistrales, pero sí personas que puedan transmitir su conocimiento acumulado a partir de su experiencia en el barrio. Intenta también, en la medida de lo posible, que haya cierta diversidad en las etapas del camino. No se trata de buscar la verdad absoluta, sino de conocer diferentes puntos de vista sobre una realidad compartida por sus protagonistas.
3.- Convierte el paseo en una experiencia significativa. Es decir, no asignes a los participantes un papel meramente pasivo durante la visita. Una cosa es que no conozcan el barrio y otra que no tengan nada que aportar. Una mirada desde fuera también contribuye a retratarnos a modo de espejo. Es más, la interacción que se genera suele producir efectos muy interesantes.
4.- No olvides la evaluación, es una manera de seguir caminando. Los tránsitos entre las etapas son espacios para interactuar. Conviene que los paseos sean guiados por personas que tengan un conocimiento mínimo del barrio, de manera que pueda ir comprobando las reacciones, resolviendo preguntas de manera continua y valorando el progreso de la actividad. Al final, una breve reacción colectiva sobre las impresiones del paseo pueden ayudarte a organizar mejor el siguiente.
5.- Cuéntalo, divúlgalo dentro y fuera del barrio Una manera de ir desmontando prejuicios y superar estereotipos sobre un lugar es contar experiencias positivas allí vividas. Y un paseo comunitario es una oportunidad excelente para compartir un análisis de la realidad desde un observatorio único, como lo son sus propias calles. Trata de documentar gráficamente la experiencia, realiza una galería gráfica o multimedia y devuélvela a sus protagonistas de la misma manera generosa y altruista con la que el barrio te ha acogido. Si cuentas con un blog, ya sabes, a compartirlo.
El 5 de Diciembre se conmemora el Día Internacional del Voluntariado, motivo por el que cada año se suceden llamamientos a la participación ciudadana a través de las diferentes posibilidades que ofrece el voluntariado. Este año 2016, Naciones Unidas lanzó la campaña #GlobalApplause (aplauso global) para reconocer la labor solidaria y comprometida de millones de personas alrededor del planeta. Como ya suele ser habitual, la campaña combinó la presencia en redes sociales con el diseño de materiales gráficos y recursos multimedia, como el caso del vídeo que presentamos a continuación:
De igual manera, la Fundación Hazloposible, a través de su portal de referencia Hacesfalta.org, ha contribuido sensiblemente a la difusión de la labor del voluntariado a través de la campaña#Yyoquepensaba, una original manera de invitar a que personas y entidades de voluntariado compartan su experiencia a través de mensajes claros e inmediatos. He aquí algunos ejemplos:
Asimismo, cabe citar el esfuerzo de laPlataforma Andaluza del Voluntariado en su última campaña de sensibilización. En este caso se pone el acento en visibilizar la contribución que muchas personas realizan de manera anónima a través del voluntariado en diferentes campos de actuación. La experiencia es transmitida por los propios protagonistas, de una manera que resulta cercana a personas potencialmente voluntarias.
En suma, estos tres ejemplos ponen de evidencia cómo las estrategias de sensibilización social en torno a valores sociales (en este caso la solidaridad, la participación, la transformación social, entre otros) comparten algunas dimensiones básicas y suficientes para garantizar la efectividad:
Transmitir una idea clave, un mensaje esencial y comprensible, un concepto, a través de una acción fácil de asumir (dar un aplauso, terminar una frase, por ejemplo)
Contar con grupos de interés (red de entidades, potenciales colaboraciones, etc) que apoyen el mensaje y lo distribuyan en la red.
Dejar la campaña abierta, de manera que sea la propia comunidad la que se apropie del mensaje, lo asuma, lo integre en sus registros de manera natural y multiplique el potencial de difusión.
Trabajar diferentes formatos (texto escrito, logotipos, videos, redes sociales, etiquetas, etc), de manera que cualquier persona pueda contribuir a la difusión de la campaña en alguna de sus posibilidades.
Vaya desde aquí nuestro más sincero reconocimiento, un año más (hoy se cumplen ya 14 desde que E-Voluntas comenzó a caminar), a todas las personas que contribuyen con su esfuerzo y con su tiempo a construir un futuro mejor. Feliz día del Voluntariado.
El Polígono Norte y su entorno se ubica entre los distritos Macarena y Norte de la ciudad de Sevilla. Sus indicadores de bienestar, salud y calidad de vida ubican a sus habitantes entre los más desfavorecidos de la ciudad. Diferentes informes identifican carencias básicas en el ámbito de la salud y la sexualidad (embarazos adolescentes, consumo de drogas, prácticas alimentarias poco saludables); familias (redes sociales desestructuradas, sexismo en roles de género); educación y formación (alto fracaso escolar, escasez de participación en las AMPAS); y empleo (alta tasa de desempleo, actitudes poco favorables hacia la economía formal, segmentación por sexos). La cercanía del asentamiento chabolista de El Vacie requiere un esfuerzo para los recursos comunitarios de la zona, ya que su atención educativa, sanitaria y de inserción laboral es a veces asumida por profesionales de esta zona.
Frente a ello, a lo largo de las últimas décadas se han puesto en marcha diferentes intervenciones integrales, generalmente con apoyo de financiación europea, y donde los diferentes dispositivos públicos (regionales y locales) han dinamizado propuestas de desarrollo sociocomunitario. Actualmente, el barrio no cuenta con esta financiación transnacional, si bien el trabajo en red entre las entidades del barrio se ha mantenido en el tiempo. De entre sus diferentes expresiones, cabría selañar la Red Sevilla Norte, una coalición comunitaria integrada por instituciones públicas, entidades sociales y asociaciones de barrio especialmente dirigida hacia la dinamización sociolaboral de la zona.
El trabajo del Grupo Motor de la Red Sevilla Norte ha mantenido el espíritu colaborativo que la originó, promoviendo el ajuste comunitario de las políticas públicas, tales como los servicios de empleo y los recursos municipales. Además, progresivamente se va incorporando el tejido empresarial de la zona. Combina, por tanto, un enfoque integral de dinamización social del barrio junto con programas de intermediación laboral. La participación comunitaria del conjunto de entidades es clave para explicar el mantenimiento de esta red de entidades a lo largo de estos últimos años.
La 2ª Feria de Empleo Red Sevilla Norte
En el marco de estas actividades conjuntas, la Red Sevilla Norte organiza el próximo 20 de octubre de 2016 la segunda edición de la Feria de Empleo Red Sevilla Norte. Tendrá lugar en el Centro Social Polivalente Hogar Virgen de los Reyes de Sevilla. El evento contará con stands informativos de empresas de la zona que estarán disponibles para atender las consultas y demandas laborales de la ciudadanía.
De igual manera, se ofrecerán talleres complementarios realizados por instituciones públicas y entidades de la zona de manera gratuita y que atenderán las siguientes temáticas:
Motivación y coaching hacia la búsqueda de empleo
Recursos del Servicio Andaluz de Empleo. Funcionamiento de su oficina virtual y oportunidades de empleo en el exterior.
Procesos de selección y entrevistas laborales
Acreditación de competencias profesionales
El horario de la Feria de Empleo Red Sevilla Norte será desde las 10:00h. a 14:30h. y de 16:30h. hasta las 18:00h.
La revista Voluntas, International Journal of Voluntary and Nonprofit Organizations, dedica su primer número de 2016 al análisis de los procesos de participación ciudadana y a la sociedad civil organizada en América Latina y Caribe.
La introducción a este número especial, titulada «Latin America and the Caribbean Revisited: Pathways for Research» (Regreso a América Latina y el Caribe: Vías para la Investigación) ha sido elaborada por Jacqueline Butcher y Beatriz Balian de Tagtachian y estará disponible en formato libre acceso durante las próximas semanas en el siguiente enlace.
El contexto social y de participación en Latinoamérica
En la primera parte de su presentación, las autoras subrayan las características del contexto sociopolítico de América Latina, enfatizando su evolución durante las últimas décadas, cuyas características más relevantes podrían resumirse así:
Progresiva democratización e interés por la defensa de los derechos de las minorías, atendiendo progresivamente los problemas de desigualdad de la región. No obstante, a pesar de los avances en soberanía y procesos electorales, un incremento de su calidad democrática vendría determinada por lograr avances en materia de responsabilidad pública. (public accountability).
Merece especial consideración los movimientos sociales de defensa de los derechos de las comunidades indígenas en la región ocurridos durante las últimas décadas, que ha derivado en la conquista de representación política.
La desigualdad socioeconómica y la violencia en la región son también rasgos a tener en cuenta en el contexto lationamericano, a pesar de la reducción del 22,6% en 1990 al 12,8% en 2011 de la tasa de población que vive en condiciones de extrema pobreza.
Desde una perspectiva más amplia, se reconocen avances en los niveles de empleabilidad, educación y acceso a recursos básicos, si bien el papel de instituciones religiosas (de corte benéfico) y las organizaciones de apoyo mutuo o autoayuda ciudadana aún tienen un papel muy protagonista frente a las instituciones públicas en comparación con los países del norte.
La sociedad civil emerge como un actor clave en el contexto social latinoamericano. Cabe señalar el papel de las empresas de filantropía, que a través de programas de Responsabilidad Social Corporativa (incluyendo el voluntariado corporativo) se sitúan como un actor de referencia en el panorama de la sociedad civil latinoamericana.
Los formatos de participación más frecuentes en América Latina corresponden a las modalidades de (1) participación comunitaria (personas que en el último año han participado en actividades conjuntas, como voluntariado, organizaciones sociales o clubes deportivos y (2) miembros de entidades de la sociedad civil tales como organizaciones religiosas, deportivas, de ocio, artísticas, educativas y de consumidores. En este sentido, cabe citar que la media de participación latinoamericana en organizaciones de voluntariado es más alta que el conjunto de la media global del planeta de acuerdo con Naciones Unidas.
Considerando la participación comunitaria como uno de los mecanismos más importantes de control y mejora democráticas, el contexto latinoamericano es definido como vibrante en lo social, económico y político. La ciudadanía organizada demanda mayores niveles de profundización democrática, conquista de espacios de poder y de toma de decisión. Este escenario sitúa al voluntariado como una de sus expresiones más interesantes, y a su evaluación, sistematización y medición del alcance de sus propuestas todo un reto para los próximos años.
La investigación sobre el Tercer Sector en América Latina y el Caribe
El estudio del tercer sector en Lationamérica va más allá del fenómenos de las ONG. El contexto cultural de la región ha derivado en un entramado muy singular de organizaciones y relaciones entre las instituciones públicas y las privadas, las religiosa y seculares, y con mayor o menor grado de independencia. Por ello, la segunda parte del artículo está dedicado a la descripción de los artículos que configuran este número especial. La agrupación de las publicaciones está realizada de acuerdo a tres grandes ejes:
Inclusión social y desarrollo. La pobreza no solo es un proceso de naturaleza económica, de igual manera que el desarrollo está conectado con las oportunidades para el ejercicio de las libertades fundamentales de los miembros de una sociedad. Las políticas de desarrollo ponen el énfasis en la orientación de los recursos comunitarios, como por ejemplo la educación, o el acceso óptimo a servicios sociales básicos (como la salud) , la idea de sostenibilidad, etc. todo ello como garantías para el ejercicio de derechos ciudadanos y políticos básicos. En este especial se narran experiencias basadas en el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra en Brasil, o en la organización comunitaria de siete asentamientos urbanos informales en Argentina, o experiencias de transformación del paisaje urbano de barrios marginales en espacios más sostenibles.
Derechos Humanos y políticas públicas. El enfoque basado en derechos humanos ha evolucionado durante las últimas décadas hasta convertirse en un referente para el control democrático en un entorno global. La defensa de los derechos humanos debe consolidar vínculos entre los diferentes actores sociales en un escenario en el que el estado también debe ocupar un papel esencial. A lo largo del especial se presentan artículos teóricos que refuerzan el papel de la participación ciudadana y su contribución a la calidad democrática, subrayando también el papel de los movimientos sociales en su lucha contra la desigualdad y el «statu quo», como el caso del proceso de reivindicación de los derechos sexuales y reproductivos en Uruguay. No obstante, la colaboración de la sociedad civil con el estado no está exenta de riesgos, como el caso en el que la dependencia financiera dificulte la autonomía o su capacidad de demanda ante asuntos potencialmente conflictivos. En este sentido, la experiencia del Foro de Recurso Hídricos en Ecuador es señalada como una iniciativa de defensa de la democratización en el acceso a derechos y de influencia por parte de plataformas cívicas en la agenda pública.
Gobernanza de las ONGs. Las entidades del tercer sector conforman un espacio social para la gestión (management) en donde se consideran a las personas y sus competencias como sus principales activos. La comunicación y la internacionalización son dos de las rasgos definitorios del movimiento asociativo en América Latina. En este contexto, la filantropía ya no es realizada únicamente por ricos, el voluntariado se ha extendido a diferentes grupos sociales y de edad, mientras corresponde a las ONG orientar sus recursos humanos, financieros, tecnológicos y materiales, tanto tangibles como intangibles, hacia el logros de los objetivos que les dan sentido social. A lo largo de este número especial se realizan acercamientos a diferentes propuestas que subrayan, por ejemplo, la utilidad del estudio de las redes de colaboración entre entidades del tercer sector. Así, se ponen como ejemplo la colaboración Hispano-Colombiana en defensa de los derechos humanos. De igual manera, se estudian las condiciones organizativas de entidades en Morelos, México. Por último, se realizan estudios de caso de iniciativas como la REISSS (Red Americana de Intervención en Situaciones de Sufrimiento Social), la Red de conocimientos sobre emprendimientos sociales (Social enterprise knowledge Network –SEKN) y la ENVAS (Encuesta Nacional de Solidaridad y Acción Voluntaria) en México.
Consideraciones finales
La lectura de este número especial pone de relieve la identificación de tres elementos clave que caracterizan al estudio del tercer sector en América Latina, y que son los siguientes: (1) La atención a la vulnerabilidad, relacionada con situaciones de debilidad o marginazión; (2) Derechos humanos en sus diferentes expresiones (derechos civiles, políticos y sociales); y (3) Procesos de empoderamiento relacionados con las dinámicas de comportamientos que promueven las ONG y que ayudarían a superar diferentes problemas de la región.
Las redes parecen ser una de las respuestas futuras, facilitando la creación de nuevas políticas económicas y sociales. Las entidades latinoamericanas parecen vivir un periodo muy activo en establecer relaciones colaborativas, adquiriendo nuevos conocimientos, fomentando espacios de participación para el voluntariado, lo que requerirá enfoques metodológicos también cuantitativos para sistematizar aproximaciones inter y multisectoriales, más aún considerando la variedad y complejidad de las temáticas que requeriría el abordaje del las ONG y su contribución a las continuas necesidades de la región.
El pasado 7 de marzo de 2016 se celebró en Sevilla la jornada de presentación del Observatorio de Desigualdad de Andalucía, en su presentación se divulgaron cifras sobre informes recientes, que evidencian que «vivimos en un mundo donde tan sólo 62 personas acaparan la riqueza equivalente al 50% de la población mundial. Habitamos en un país, España, en el que el 20% de la población más rica percibe ingresos anuales siete veces superiores a los del 20% de la población más pobre, y las mujeres cobran un 20% menos que los hombres por realizar el mismo trabajo. Además, somos ciudadanos y ciudadanas de una región, Andalucía, en la que más de un 40% de las personas se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social, y casi el 10% de los hogares sufre privación material severa»
Las entidades promotoras con este encuentro han manifestado públicamente su «deseo de iniciar un proceso que nos lleve en un futuro próximo a constituir un Observatorio de la Desigualdad en Andalucía, para así conocer, caracterizar, difundir y generar propuestas que contribuyan a reducir las desigualdad desde un enfoque de derechos».
Impulsan la creación del Observatorio de Desigualdad de Andalucía las siguientes entidades: ATTAC Andalucía, Cáritas Andalucía, Coordinadora Andaluza de ONGDs, Colectivo de Educación para la Participación CRAC, EAPN Andalucía, Economistas Sin Fronteras, FACUA Andalucía, GEP&DO, GESTHA, Médicos del Mundo Andalucía, Mujeres en Zona de Conflicto, Oficina de Cooperación de la Universidad de Sevilla, Oxfam Intermon, Plataforma Somos Migrantes, Proyecto Solidario, Setas Feministas, Red Infancia de Andalucía, Sentido Común, Unicef, e investigadores/as y profesores/as de las universidades de Almería, Granada, Loyola Andalucía, Pablo de Olavide y Sevilla.
En Onda Local Andalucía también se entrevistó a otra de sus entidades promotoras, concretamente a una miembro de MZC (Mujeres en Zona de Conflicto)
La Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, a través de la Dirección General de Participación Ciudadana y Voluntariado, en colaboración con la Plataforma Andaluza del Voluntariado, inician un proceso participativo con el propósito de diseñar el IV Plan Andaluz del Voluntariado y la revisión de la Ley 7/2001, del Voluntariado en Andalucía.
El proceso comprende dos modalidades de participación:
Foros asociativos provinciales, donde personas vinculadas de diferentes maneras con el movimiento asociativo y de voluntariado andaluz pueden participar en estos eventos dinamizados por las propias organizaciones sociales. Sus conclusiones servirán de documento de trabajo de cara a la configuración del futuro IV Plan Andaluz del Voluntariado y a la revisión de la Ley del Voluntariado en Andalucía. Los foros tendrán lugar del 8 al 17 de marzo de 2016. La participación en las diferentes jornadas es abierta, se puede consultar el lugar de celebración de cada provincia y gestionar las inscripciones a través del siguiente enlace.
Cuestionario individual de aportaciones, a través del cual cada persona puede realizar expresar su valoración sobre la situación del voluntariado en la actualidad, sus retos y contribuir con medidas específicas al diseño de ambos procesos. El cuestionario puede ser cumplimentado a través de internet en el siguiente enlace.
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