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“La mejor manera de humanizar el conflicto es darlo por terminado”

Humberto de la Calle relata en “Revelaciones al final de una guerra” su experiencia como jefe negociador del gobierno colombiano con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), para poner fin a un conflicto de más de cincuenta años. Es un libro muy bien escrito, con una amplia recopilación de anécdotas sobre los entresijos del proceso.

Las FARC tienen su origen en el entorno rural, como un movimiento campesino de corte marxista, en un contexto de alta concentración de las propiedades agrarias, fragmentación del territorio, profusión de hectáreas improductivas y alta informalidad en el sector agrícola, que coinciden con el desarrollo de actividades ilegales.

Verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición

Los diálogos de La Habana fueron negociaciones complejas desde el punto de vista legal y normativo, que dieron lugar a largas sesiones de intenso trabajo. Para el gobierno colombiano supusieron un esfuerzo para conseguir el control efectivo del territorio, en un contexto en el que las condiciones precarias de las zonas rurales contribuyen indirectamente al mantenimiento de grupos armados ilegales.

El testimonio del jefe negociador en La Habana muestra con claridad la tensión entre las demandas de justicia y la necesidad de llegar a un acuerdo para prevenir más violencia. Según el autor, el gobierno colombiano no buscaba la desaparición de la izquierda sino la incorporación de la izquierda no violenta al juego político democrático. A lo largo del proceso, destacan algunos factores que dificultaron la negociación y/o demoraron la consecución de un acuerdo, tales como:

  • La consideración por parte de muchos colombianos de que ciertas formas de violencia, como la practicada por las autodefensas, son “violencia buena”.
  • La incorporación de campesinos a grupos paramilitares o a la guerrilla, dependiendo de las circunstancias y debido a la precariedad de su situación.
  • La relación de las FARC con el narcotráfico.
  • La protección oficial que Venezuela proporciona a las FARC.
  • La utilización partidista del diálogo con fines electorales, junto con la derrota en el plebiscito del 2 de octubre.

La confianza en el proceso de negociación es más importante que la confianza interpersonal entre los negociadores

La lectura describe las estrategias de negociación de las partes y documenta algunos de los elementos que fueron decisivos en el resultado final. Por ejemplo, entre otros:

  • El gobierno introduce cierta presión temporal al indicar que la intervención del Tribunal Penal Internacional colocaría a las FARC en una peor posición negociadora.
  • Tanto Cuba como Noruega proporcionan un escenario que facilita la negociación, y mediaron en ocasiones puntuales para desencallar el proceso.
  • El gobierno se esfuerza por evitar que la negociación fuera mediada a través de declaraciones en los medios de comunicación, pese a que las FARC utilizaron la negociación para ganar protagonismo político.
  • El rechazo generalizado a las FARC por parte de los colombianos, como mostraban de manera consistente las encuestas, fue un elemento de presión que se tradujo en la ejecución de tácticas duras por parte del gobierno.
  • La recuperación de tierras adquiridas a través del narcotráfico, además de corresponder a la acción de la justicia, ofrece una oportunidad para reorganizar el mundo rural y potenciar la economía formal en el sector agrario.
  • Por último, concentrarse en los crímenes más graves estaba motivado por el interés en que los mecanismos de justicia fueran efectivos en la práctica.

“Revelaciones al final de una guerra” muestra de manera convincente que la terminación del conflicto y la construcción de la paz son procesos diferentes. De manera sintomática, el partido de las FARC obtuvo un resultado muy pobre en las elecciones legislativas colombianas de 2018. Como sugiere el propio Humberto de la calle, los nuevos populismos de derecha e izquierda parecen haber sustituido como amenazas para la democracia a un movimiento guerrillero manifiestamente anacrónico.