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Retrato del Voluntariado en España

Tendencias y experiencias

El 4 de noviembre la Fundación Telefónica presentó el informe “El Retrato del Voluntariado en España”, que analiza las tendencias fundamentales y algunas de las experiencias innovadoras en la participación comunitaria de los últimos años.

Una de las características del informe consiste en partir del supuesto de que existen múltiples formas de voluntariado y diversos formatos de participación. Desde la vinculación estructurada de voluntarios con organizaciones del tercer sector a la participación informal y el activismo ciudadano. Algunas de las cifras que aporta el informe son las siguientes:

  • Es voluntaria algo más del 6 por ciento de la población de más de 14 años en España.
  • Entre la población de más de 18 años, más del 42 por ciento colabora con alguna organización no gubernamental.
  • Más de 30.000 entidades constituyen el Tercer Sector en España.

De acuerdo con los datos, los voluntarios y voluntarias llegan a las entidades sociales por ganas de ayudar y sentirse útiles. Una vez que se vinculan, la aportación de los voluntarios es un recurso fundamental para las organizaciones no gubernamentales. Finalmente, la continuidad de la participación depende en gran medida de que encuentren oportunidades para implicarse y tener un papel relevante.

Entre otros roles, los voluntarios pueden ejercer de cuidadores, aprendices, dinamizadores comunitarios, emprendedores, activistas y generadores de comunidad.

Una de las partes más interesantes del informe, consiste en la presentación de prácticas innovadoras, que pueden proporcionar a las entidades del Tercer Sector modelos positivos para la intervención. Las buenas prácticas seleccionadas muestran modelos y estrategias para el desarrollo de competencias de los voluntarios, la organización de iniciativas de aprendizaje-servicio, la implicación de jóvenes en la ayuda instrumental a personas mayores, el acompañamiento a menores en riesgo social, la promoción de la integración de inmigrantes, y el uso inclusivo de las tecnologías de la información… entre muchas otras…

Descarga el informe


Resumen del 12º Congreso Andaluz del Voluntariado

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Diciembre comienza conmemorando el día 1 el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, continúa el día 3 con el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, le sigue el Día Internacional del Voluntariado (día 5) y el 10 el de los Derechos Humanos.  Multitud de eventos se suceden, por tanto, en estas fechas, para sensibilizar, divulgar y concienciar sobre todas estas causas que son de interés común y que nos hacen progresar hacia una sociedad inspirada en valores democráticos y compromiso social.

Desde el LRPC, tuvimos ocasión de participar en el 12º Congreso Andaluz del Voluntariado, celebrado recientemente en la Universidad de Almería.  Concretamente, en la elaboración de las conclusiones sobre las ideas compartidas en sus áreas de trabajo.  Se trataron temas como el aprendizaje-servicio, la medición de competencias en el voluntariado y nuevas formas de participación. Resumimos a continuación las ideas más importantes:

Voluntariado y Aprendizaje-Servicio

Los programas de Aprendizaje-Servicio integran en el itinerario educativo formal actividades en contacto con la vida sociocomunitaria. En e-voluntas hemos hablado en alguna ocasión de esta metodología.  Pueden abarcar desde las primeras etapas educativas hasta las más tardías. Los centros educativos asumen, por tanto, un papel activo en dinamizar la vida social de la zona, diversificando las experiencias de aprendizaje basado en valores. Se fomenta, por tanto, una cultura de participación a lo largo del ciclo vital y que, sin llegar por qué desembocar en el voluntariado, lo define como uno de sus antecedentes más atractivos.  Resumimos las ideas-fuerza:

  • La experiencia debe ser significativa en lo social y relevante en lo formativo.
  • Es vital la implicación del centro educativo, el liderazgo de un profesorado comprometido con metodologías innovadoras, el apoyo de la dirección. El papel de las familias como facilitadoras de las actividades. Y, fundamentalmente, un conjunto de estudiantes con compromiso por involucrarse en su realidad.
  • En los primeros pasos, puede requerir de asistencia técnica, bien el profesorado, bien por alianzas con otras experiencias similares. El papel de las instituciones para asesorar a los centros más motivados es importante.
  • Como resultado, se define a los centros educativos como recursos para la comunidad, donde se refuerza un aprendizaje basado en valores y en competencias para diferentes ámbitos: laboral, ciudadanía, emocional, etc.

Algunas de las experiencias que se presentaron fueron las siguientes:

Reconocimiento de competencias

La experiencia de voluntariado puede dar a conocer competencias no siempre adquiridas en el sistema educativo formal, más centrado en la adquisición de conocimientos. Las iniciativas presentadas fueron las siguientes:

El enfoque centrado en competencias ofrece interesantes posibilidades para la gestión de los recursos de voluntariado. Por ejemplo, a la hora de diseñar la formación, los procesos de supervisión de la actividad voluntaria. También el reconocimiento formal de su actividad.

En este sentido, también se recomienda una lectura del Proyecto E-VOC. Iniciativa europea formación en línea sobre la validación de las
competencias en el sector voluntario europeo.

Nuevos voluntariados

Este espacio de trabajo agrupó a diferentes experiencias bajo el denominador común de contribuir al debate de la constante evolución que caracteriza al movimiento de voluntariado. Se presentaron experiencias a través de las cuales el voluntariado contribuye de algún modo a la mejora de las condiciones de vida de la población participante, al tiempo de ofrecer alternativas de convivencia basada en valores como la participación, la  diversidad y la igualdad de oportunidades. Las experiencias presentadas fueron las siguientes:

  • II Plan de Infancia y Adolescencia de Andalucía: Una de cuyas líneas estratégicas está dedicada a la promoción de la participación ciudadana y el voluntariado en la juventud. 
  • Asociación Andaluza de Epilepsia: Ápice. Que presentó su programa de voluntariado inclusivo a través del cual se dinamiza en torno a la participación un conjunto de colaboraciones que trascienden la mera prestación asistencial de un servicio.
  • Asociación Ura-clan. Este club de rugby inclusivo propone el deporte como estrategia de integración social. Han logrado la consolidación de una comunidad basada en la diversidad a través del deporte, sus valores y su filosofía.
  • Asociación Rumbo Solidario. Fundación Vicente Ferrer. Asociación cordobesa cuya propuesta solidaria consiste en la promoción de actividades deportivas con fines solidarios.
  • Confederación de Mayores Activos – Confemac. Entidad que presenta su plataforma de formación online en la que se ha diseñado una experiencia de formación online para el voluntariado.
  • Asociación Madre Coraje. El voluntariado con el que cuentan es muy diverso, en sí misma esta entidad es un ejemplo de convivencia intergeneracional en la promoción de valores solidarios y de transformación social.
  • Asociación Amigos de Mayores en la Red (Mayor-Net). Combinan actividades de alfabetización digital con la configuración de espacios sociales, sensibilización, concienciación y difusión a través de las TIC de iniciativas solidarias, de las que su blog es un buen ejemplo.

Conclusiones

El voluntariado mantiene intactas su versatilidad para ofrecer respuestas a las necesidades de la población. La diversidad en su composición interna, la heterogeneidad de enfoques y su capacidad de adaptación a entornos cambiantes los configuran como una de las expresiones solidarias más complejas. En este congreso se ha puesto de relieve la definición de espacios comunitarios alternativos en los que la población tradicionalmente considerada receptora pasiva de servicios pasa a un papel activo en la reivindicación de un mayor protagonismo en la vida pública.

El ejercicio del voluntariado tiene efectos positivos a diferentes niveles. Para las personas, grupos y contextos receptores de la ayuda las consecuencias son lógicas. Pero también para las personas voluntarias. Se han constatado los beneficios psicológicos del ejercicio del voluntariado, que oscilan desde los sentimientos de utilidad, bienestar o salud, entro otros. Cabe citar que el ejercicio de la solidaridad en edades tempranas tiene consecuencias también positivas en la vida adulta. Los programas de aprendizaje-servicios serían una manifestación de  esta idea. Este hecho nos invita a diseñar políticas públicas desde una perspectiva de ciclo vital, de manera que se cualquier persona tenga la oportunidad de contribuir solidariamente a la mejora de su entorno. Supone un reto de madurez para el tejido asociativo andaluz y para sus políticas públicas.

Durante las áreas de trabajo se ha enfatizado la definición del voluntariado como una experiencia significativa en la vida de las personas. En este proceso de identificación de la persona con su actividad voluntaria tiene un peso importante los elementos organizativos. La gestión estratégica que las entidades de voluntariado realicen sobre los programas, sus recursos y el voluntariado puede predecir el mantenimiento de la actividad de  voluntariado en el tiempo. En este sentido, cabe citar las actividades de reconocimiento y acreditación de las competencias adquiridas durante el voluntariado. Es un debate que ha pasado al primer plano de la actualidad del voluntariado con la aprobación de la ley. 

En suma, la aprobación de la ley 4/2018, de 8 de mayo, Andaluza del Voluntariado ha supuesto un avance en la consolidación del fenómeno del voluntariado como una de las expresiones solidarias más visibles de nuestro tiempo. Algunas de sus consideraciones son las siguientes:

a) Se han definido los campos de intervención de una manera más moderna,
b) Se han reconocido derechos y deberes también a las personas destinatarias de la ayuda
c) Se han incorporado con roles más definidos a empresas y universidades como actores sociales relevantes en la promoción del voluntariado.
d) Se ha definido el programa de voluntariado como el eje estratégico de la colaboración entre las personas, entidades y los contextos de intervención.
e) Se ha facilitado la posibilidad de participación de adolescentes y jóvenes en las entidades de voluntariado
f) Se han integrado procesos comunitarios de participación como precursoras del voluntariado, como el caso de las experiencias de aprendizaje-servicio
g) Se han sentado las bases para la dinamización de la gestión asociativa a partir de un enfoque centrado en competencias.

Naturalmente, estos avances implican un reto para instituciones, entidades, protagonistas del voluntariado, empresas y universidades, de las que este congreso ha sido un espacio de debate conjunto para establecer prioridades y responsabilidades compartidas. El voluntariado, por tanto, sigue manteniendo vigente su vocación de progreso democrático en los territorios que, como Andalucía, tiene una presencia cada vez más visible.


La economía social en Europa

José Luis Monzón y Rafael Chaves han dirigido un estudio sobre la evolución reciente de la economía social en Europa, promovido por el Comité Económico y Social Europeo. El informe mide la economía social en los diferentes países miembros de la Unión Europea y analiza el impacto de las políticas que se han desarrollado en los últimos años para promover a dicho sector.

La economía social se refiere a una gran pluralidad de actores, que abarcan cooperativas, mutuas y asociaciones, entre otros. De ahí que el informe se inicie con la clarificación de la idea de economía social, revisando los conceptos de tercer sector, empresas sociales, innovación social y emprendimiento social. Esto da lugar a un marco que va más allá de las organizaciones sin ánimo de lucro, pese a que éstas tengan un papel central en la economía social.

Una de las contribuciones del informe es la visión comparada del marco regulador de la economía social en los 28 países miembros. También introduce matizaciones respecto a la «economía colaborativa», la «responsabilidad social corporativa» y la «economía del bien común». Entre otros resultados, muestra que:

  • Las medidas para promover el emprendimiento social en Europa se han centrado en mejorar la financiación, promover la visibilidad y articular un entorno jurídico favorable.
  • «El mayor reconocimiento público de la economía social en Europa se ha dado en Francia y en Luxemburgo» (p. 55).
  • La economía social ha mostrado capacidad de resistencia pese a las circunstancias de crisis.

Respecto a España señala que:

  • Es uno de los países donde la economía social goza de amplio reconocimiento.
  • España aprobó la primera ley nacional europea sobre la economía social en 2011.
  • Cuenta con centros de investigación y formación especializados, como el caso de CIRIEC.
  • En 2015 contaba con 22.766 cooperativas que daban cuenta de 378.735 empleos.

El informe hace un análisis detallado de las políticas de promoción de la economía social, tanto a nivel nacional como a nivel europeo. En segundo lugar, hace un acercamiento a la medición de la economía social en Europa, proporcionando cuadros detallados con la información básica de cada país miembro. A modo de resumen, indica que:

<<La economía social europea proporciona:
  • más de 13,6 millones de empleos remunerados en Europa, equivalentes a cerca del 6,3 % de la población activa de la Europa de los Veintiocho

  • empleo, remunerado y no remunerado, a una fuerza de trabajo de más de 19,1 millones de personas

  • más de 82,8 millones de voluntarios, equivalentes a 5,5 millones de trabajadores a tiempo completo

  • más de 232 millones de socios de cooperativas, mutuas y entidades similares

  • más de 2,8 millones de entidades y empresas.>>

Para saber más

  • Descarga el informe en español [pdf]

Filantropía, donaciones y voluntariado en México

Reseña de:

Butcher García-Colín, Jacqueline (Ed.). (2017). Generosidad en México II: Fuentes, cauces y destinos. Editorial Porrúa, México.

Generosidad en México

En septiembre de 2017 México vivió uno de los terremotos más devastadores de su historia reciente. Un sismo de 7.1 grados en la escala de Richter provocó graves daños materiales y 369 muertos. Los ciudadanos se organizaron de manera espontánea para responder a la catástrofe. Muchos participaron en la retirada de escombros o se auto-organizaron para señalizar el tráfico y repartir víveres. Estos hechos dan cuenta del potencial de la sociedad mexicana para la solidaridad y la ayuda mutua. Son un ejemplo de las capacidades comunitarias que emergen ante circunstancias adversas, como es el caso de los desastres naturales. Sin embargo, paradójicamente, ocurren en un contexto con una cultura filantrópica incipiente; con poco desarrollo institucional de la acción voluntaria organizada; en un clima de desconfianza, y a veces conflicto, de la sociedad civil hacia el gobierno; y en un entorno legal complejo, que plantea grandes dificultades de funcionamiento a las organizaciones sin fines de lucro. De ahí la pertinencia de evaluar de una manera realista y objetiva las peculiaridades de las donaciones, el voluntariado y la filantropía en este país.

El libro Generosidad en México II es un análisis de las iniciativas de filantropía y voluntariado en México, con especial atención a las donaciones y a las organizaciones de la sociedad civil. El volumen, impulsado por el Centro de Investigación y Estudios sobre Sociedad Civil (CIESC), es una colección de capítulos escritos por diversos especialistas con el propósito de informar sobre “los donativos en tiempo, dinero y especie que los mexicanos aportan a su comunidad de manera individual o a través de las diversas entidades donantes que existen en el país” (p. 8). Entre otros temas, dedica capítulos específicos a la filantropía individual, las acciones de voluntariado, las fundaciones donantes y la filantropía transfronteriza de Estados Unidos a México.

El CIESC pretende generar este tipo de datos de manera continua, de modo que se convierta en una fuente de referencia sobre el Tercer Sector en México. De hecho, este libro actualiza los datos de un estudio similar, con el mismo título, publicado en 2013, de modo que introduce algunas primeras comparaciones sobre la evolución en el tiempo de las prácticas de solidaridad en el país. El informe es una herramienta para mejorar la transparencia en el sector. Para ello recopila, dimensiona y analiza las iniciativas de la sociedad civil que son una fuente de transformación social, en complementariedad con los esfuerzos gubernamentales.

Jacqueline Butcher define el donativo como aquella “provisión voluntaria y libre de recursos de cualquier índole en beneficio de terceros fuera del círculo familiar para el beneficio de la sociedad” (p. 18). La contribución principal de esta investigación consiste precisamente en medir las dimensiones de dicha realidad en México, aportando cifras sobre los donativos monetarios por parte de fuentes privadas y sobre la participación voluntaria organizada.

El foco central del libro son las aportaciones monetarias, ya sea a través de donaciones individuales (Capítulo 1) o de organizaciones donantes (Capítulos 3 y 4). Con datos de una encuesta representativa, se pone de manifiesto que más de la mitad de los mexicanos realizaron algún tipo de donación monetaria en el último año, en la mayoría de los casos en la forma de ayuda directa en la calle. La probabilidad de donar es mayor entre aquellas personas que tienen hijos, que tienen una historia previa de participación voluntaria o que han sido receptores de recursos en el pasado. Por lo que respecta a las organizaciones, más de la mitad están localizadas en la Ciudad de México y predominan las fundaciones empresariales y privadas. La ayuda se destina preferentemente a financiar programas educativos y servicios humanos.

La participación voluntaria en acciones de solidaridad está ampliamente extendida en la población mexicana (Capítulo 2). Más del 80 por ciento de los mexicanos participó en alguna acción voluntaria organizada en el último año. Este tipo de actividades se realizan en su mayoría en un contexto colectivo, ya sea a través de instituciones que disponen de un local o en agrupaciones informales de amigos. Los destinarios de la colaboración suelen ser la escuela, la iglesia y el barrio (p. 116). A juicio de los autores, estos datos se corresponden con una “larga historia” de solidaridad, ayuda mutua y participación comunitaria en México (p. 17).

El Capítulo 6 proporciona un elemento de contraste, puesto que se centra en la filantropía transfronteriza desde Estados Unidos a México. Se trata de intercambios que abarcan desde las remesas de los inmigrantes mexicanos a la ayuda oficial al desarrollo, pasando por las fundaciones de carácter comunitario. A diferencia de las donaciones locales, que se centran en la prestación de servicios sociales y educativos, la cooperación transfronteriza se concentra en programas para la defensa de los derechos humanos y la protección del medio ambiente. En este contexto, el apoyo a la agricultura ha sido uno de los enfoques tradicionales en la relación de los Estados Unidos con México. De hecho, casi desde la Revolución Mexicana ha sido una de las líneas de cooperación de la Fundación Rockefeller (Fitzgerald, 1986, citado en p. 290); y actualmente, uno de los donantes estadounidense más significativo según el volumen de donaciones es la Bill & Melinda Gates Foundation, que destina recursos especialmente al Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). No obstante, Estados Unidos es el segundo donante en la cooperación internacional con México, por detrás de Alemania (p. 296-297).

En su conjunto, el libro proporciona una descripción genérica de las donaciones solidarias en México. Los datos muestran una sociedad mexicana que colabora ampliamente en acciones de voluntariado y participación comunitaria, destacando entre otros los programas educativos y las iniciativas que tienen como contexto de referencia la escuela. Con cierta frecuencia estas acciones ocurren de manera puntual e informal, es decir, pese a las dificultades institucionales con las que se encuentra la acción filantrópica organizada. Las fundaciones empresariales tienen un papel relevante en las donaciones monetarias, en un escenario en el que la ayuda suele estar bastante concentrada tanto por el número de organizaciones implicadas como por la distribución geográfica de las mismas.

La Generosidad en México es el segundo volumen de una serie que puede ayudar a conocer de manera objetiva el alcance del voluntariado y la filantropía en México, e indirectamente a promover la solidaridad organizada en el país.

Referencias

Fitzgerald, D. (1986). Exporting American Agriculture: The Rockefeller Foundation in Mexico, 1943-53. Social Studies of Science, 16(3), 457-483.

Para citar esta reseña:

Maya-Jariego, I. (2018). Book review of Generosidad en México II. Fuentes, cauces y destinos by Jacqueline Butcher. Voluntas. International Journal of Voluntary and Nonprofit Organizations. DOI: 10.1007/s11266-017-9930-5


Apuntes sobre el IV Plan Andaluz del Voluntariado 2017-2020

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Representación visual del IV Plan Andaluz del Voluntariado 2017-2020

El pasado mes de octubre se aprobó el IV Plan Andaluz del Voluntariado 2017-2020. Por definición, este tipo de documentos establece un conjunto de actividades que enmarcan las líneas estratégicas públicas, en este caso, en materia de fomento de la participación ciudadana y el voluntariado.

El citado plan cuenta entre sus particularidades su continuidad en el tiempo, es decir, desde el año 2003 se han venido actualizando diferentes marcos estratégicos hasta alcanzar el periodo 2017-2020. Tomados desde un punto de vista histórico,  vienen a presentar la evolución del movimiento de voluntariado y las políticas públicas que lo fomentan.

Una segunda característica tiene que ver con algo no demasiado frecuente en este tipo de publicaciones, como es el caso de contar con un compromiso económico asociado a las diferentes medidas que lo configuran. A pesar de la complejidad en la definición de un movimiento tan heterogéneo como el voluntariado, se realiza el esfuerzo por estimar las inversiones públicas distribuidas por áreas de actuación del voluntariado y colectivos protagonistas que configuran el tejido asociativo.

El resultado es un conjunto de 74 medidas agrupadas alrededor de las siguientes líneas estratégicas:

  1. Promoción del voluntariado: Incluye la difusión del voluntariado, el reconocimiento de su actividad social o la financiación directa de sus programas.
  2. Capacitación del voluntariado: Integrado por aquellas actuaciones dirigidas al fomento de competencias para el ejercicio de sus actividades,  así como la mejora en la gestión de la vida asociativa de las entidades de voluntariado.
  3. Buenas prácticas y gestión por resultados de la acción voluntaria organizada. Área dedicada al intercambio de programas de voluntariado basados en la evidencia, sistematizar y compartir programas exitosos.
  4. Fomento de innovaciones sociales y comunitarias. Dirigida al fomento de prácticas online, iniciativas de responsabilidad social corporativa, promoción de la investigación así como de indicadores de medición del voluntariado.

Sobre el diseño del Plan

El Laboratorio de Redes Personales y Comunidades – LRPC, grupo de investigación de la Universidad de Sevilla, participó en el diseño del IV Plan Andaluz del Voluntariado acompañando a la Dirección General de Voluntariado y Participación Ciudadana en la aplicación de diferentes técnicas de recogida y análisis de información, y que se resumen a continuación:

  • Proceso abierto y participativo de recogida de aportaciones.  Se diseñó un cuestionario online dirigido a realizar propuestas, al tiempo de generar una visión compartida sobre la experiencia de participación tanto de personas como de entidades. Posteriormente, se organizaron asambleas o foros territoriales donde debatir abiertamente propuestas, identificar riesgos, fortalezas y expectativas sobre la realidad social del voluntariado. Sus resultados inspiraron el análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) que aparece en la introducción del IV Plan.
  • Revisión normativa  sobre voluntariado. El IV Plan aporta una recopilación de los principales avances normativos e institucionales ocurridos en los últimos años, organizados por diferentes niveles (Naciones Unidas, Unión Europea y ámbito estatal).
  • Análisis  de la literatura científica. De igual manera, se realizó una búsqueda bibliográfica con el fin de identificar buenas prácticas o programas ejemplares en materia de promoción del voluntariado, cuyo resultado también puede observarse en el documento final.
  • Análisis secundario de ficheros. Concretamente, nos referimos a la explotación de los datos del Registro General de Entidades de Voluntariado. Esta información permite conocer una distribución aproximada de la naturaleza de las entidades inscritas. No obstante, se realizaron análisis más complejos gracias a los que se identificaron diferencias en indicadores de gestión asociativa en el ámbito urbano respecto al rural, tal y como aparecen descritas en el documento.

En suma, la colaboración entre diferentes actores sociales, comenzando por los propios protagonistas del voluntariado, sus entidades, la Plataforma Andaluza del Voluntariado, las instituciones públicas y la universidad, pensamos ha enriquecido la versión final del documento y ojalá, así sea, la utilidad social de su contenido.

El IV Plan Andaluz del Voluntariado está disponible para su descarga en el siguiente enlace [formato pdf] También se ha publicado una presentación resumida [formato pdf]


El paseo comunitario y sus posibilidades para conocer espacios urbanos

El pasado 19 de mayo estudiantes de la Northeastern University  (Boston, USA) caminan por el Polígono Norte de Sevilla, un barrio construido en los años 70 y cuya evolución ha derivado hasta considerarse una de las zonas con mayor incidencia de problemas comunitarios. Los indicadores de fracaso escolar, desempleo, adicciones, salud mental y desestructuración familiar así lo manifiestan.

Sin embargo, poco o nada tiene que ver conocer un barrio únicamente desde los manuales científicos. Las ciudades son libros que se leen con los pies. Por ello, como parte del curso de formación sobre etnografía y redes sociales, los estudiantes participan en una visita guiada al barrio, organizada por el Laboratorio de Redes Personales y Comunidades, grupo de investigación de la Universidad de Sevilla.

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El propósito de la visita es conocer  iniciativas a través de los cuales la sociedad civil organizada y las administraciones luchan contra los factores de riesgo de exclusión social en la zona. El planteamiento metodológico del paseo es similar a la propuesta realizada por la iniciativa Jane´s Walk  en Sevilla. La idea de base es identificar cómo el espacio urbano determina la interacción entre sus habitantes y, por consiguiente, también su comportamiento. Por ello, se estructuran una serie de etapas donde diferentes personas y colectivos sociales presentan visiones diversas sobre su trabajo comunitario en el barrio, todo muy alejado del circuito turístico tradicional.

Descripción del itinerario del paseo comunitario por el Polígono Norte

La ruta comenzó por el Centro de Salud del Polígono Norte, donde Carlos García (Trabajador Social) y Carlota Muñoz (Adjunta Enfermería) mostraron los programas de atención y prevención comunitaria. Posteriormente, en la Plaza del Olivo, Juan Lafuente, profesor del IES Azahar, describió su experiencia y conocimiento acumulados durante más de 30 años como docente en el barrio. La siguiente etapa llevó a los participantes al interior del Polígono Norte, donde conocieron el programa de refuerzo escolar de la Asociación Rutas, presentado por Irene Castilla, su coordinadora. También visitaron la Asociación Manos Abiertas, donde María Arce, su responsable, les presentó el programa de promoción del voluntariado y participación juvenil en la zona. La explicación de las iniciativas de empleo y programas de inserción laboral corrió por cuenta de AESIM, gracias a las explicaciones de Marta Diaz, la coordinadora de la entidad y miembro activo de la Red Sevilla Norte. La última etapa llevó a los participantes a detenerse junto al contenedor de recogida de ropa usada a través del cual Cáritas, en colaboración con la Fundación Persán, la recicla y reutiliza de manera sostenible.

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La sesión finalizó con una breve dinámica de evaluación, a través de la cual los propios participantes comentaban aquellas ideas que más les llamaron la atención desde su propia experiencia personal. Los comentarios fueron diversos. La conexión entre teoría y práctica fue una constante. También conocer una parte de la ciudad con una intensidad difícilmente posible de otra manera. Se subrayó positivamente el enorme caudal participativo  y de auto-organización comunitaria del barrio, la implicación de actores clave en su articulación social, la gestión de su diversidad y la respuesta de la ciudadanía en términos de participación ciudadana. En suma, en el Polígono Norte no solo hay problemas, sino también propuestas más que sugerentes para combatirlos y una cierta conciencia sobre cómo superarlos.

Cómo organizar un paseo comunitario en cinco pasos.

1.- Los preparativos son importantes. Estudia el perfil de los participantes, sus motivaciones e inquietudes. Anticípales lo que van a visitar. Por ejemplo, prepara un plano con el itinerario, las rutas y los horarios.  Una sugerencia. Más de dos horas de duración convierte un paseo interactivo en una caminata agotadora.

2.- Los actores sociales son clave. Identifica aquellos recursos del barrio que resulten de calidad. No queremos lecciones magistrales, pero sí personas que puedan transmitir su conocimiento acumulado a partir de su experiencia en el barrio. Intenta también, en la medida de lo posible, que haya cierta diversidad en las etapas del camino. No se trata de buscar la verdad absoluta, sino de conocer diferentes puntos de vista sobre una realidad compartida por sus protagonistas.

3.- Convierte el paseo en una experiencia significativa. Es decir, no asignes a los participantes un papel meramente pasivo durante la visita. Una cosa es que no conozcan el barrio y otra que no tengan nada que aportar. Una mirada desde fuera también contribuye a retratarnos a modo de espejo. Es más, la interacción que se genera suele producir efectos muy interesantes.

4.- No olvides la evaluación, es una manera de seguir caminando. Los tránsitos entre las etapas son espacios para interactuar. Conviene que los paseos sean guiados por personas que tengan un conocimiento mínimo del barrio, de manera que pueda ir comprobando las reacciones,  resolviendo preguntas de manera continua y valorando el progreso de la actividad. Al final, una breve reacción colectiva sobre las impresiones del paseo pueden ayudarte a organizar mejor el siguiente.

5.- Cuéntalo, divúlgalo dentro y fuera del barrio  Una manera de ir desmontando prejuicios y superar estereotipos sobre un lugar es contar experiencias positivas allí vividas. Y un paseo comunitario es una oportunidad excelente para compartir un análisis de la realidad desde un observatorio único, como lo son sus propias calles. Trata de documentar gráficamente la experiencia, realiza una galería gráfica o multimedia y devuélvela a sus protagonistas de la misma manera generosa y altruista con la que el barrio te ha acogido. Si cuentas con un blog, ya sabes, a compartirlo.

Itinerario

  • Descarga el paseo [pdf].

Qué es el Tercer Sector

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Daniel Villar Onrubia (CC BY-NC-SA 2.0)

Más allá de las organizaciones sin ánimo de lucro

El Tercer Sector se ha definido tradicionalmente como aquel espacio social que no corresponde al mercado, al estado ni al hogar familiar:

  • A diferencia del estado, es privado.
  • A diferencia del mercado, sirven al bien común.
  • A diferencia de las familias, la participación en el mismo implica una forma de libre elección.

Esta definición abstracta reconoce potencialmente una gran diversidad de actores y formas de participación. Una forma de delimitarlo ha consistido en centrarse en las asociaciones, las fundaciones, las donaciones y el voluntariado. Pero incluso centrándose en las organizaciones de la sociedad civil, no son claras las fronteras del concepto, puesto que muchas entidades funcionan fundamentalmente con financiación pública o son formas de economía social.

Salamon y Sokolowski han realizado recientemente un intento de construir una conceptualización del tercer sector en un proyecto de comparación internacional de las organizaciones de la sociedad civil. La definición pretende generar una visión de consenso, que identifique un núcleo común en diferentes países sobre la idea de tercer sector, y que pueda ser utilizada de manera operativa.

El concepto de tercer sector que se utiliza en Europa muestra una gran diversidad entre países: por ejemplo, en Reino Unido se centra de modo restrictivo en las entidades sin ánimo de lucro, mientras que en Francia, Bélgica y el sur de Europa (España, Portugal, Italia y Grecia), el concepto es más amplio e incluye diversas formas de economía social. Sin embargo, hay una serie de elementos comunes que facilitan el consenso en la definición:

  • Hay un amplio acuerdo en tres características compartidas por el tercer sector: (a) es de carácter privado, (b) con fines públicos, y (c) se basa en la libre elección, es una acción voluntaria.
  • Se incluye a las organizaciones sin ánimo de lucro. Son privadas y autónomas, no reparten beneficios, y participar en ellas no es obligatorio.
  • Aunque las entidades sin ánimo de lucro componen el núcleo central, está abierta a las cooperativas y las mutuas, entre otras formas de economía social. También las empresas sociales.
  • Además, no se limita a las organizaciones de la sociedad civil, sino que también incluye acciones individuales, tales como el voluntariado y la participación en movimientos sociales.

Para formular una definición operativa, en este caso se asume que no todas las cooperativas, mutuas, empresas sociales o actividades individuales son Tercer Sector, en la medida en que en algunos casos caen del lado del mercado, el estado o el espacio doméstico. Este trabajo proporciona unas pautas operativas muy claras para valorar qué entidades y experiencias pueden formar parte del tercer sector. Es un artículo de obligada lectura para clarificar las formas de participación comunitaria que caben dentro del concepto de «Tercer Sector».

Comentario basado en:

Salamon, L. M. & Sokolowski, S. W. (2016). Beyond Nonprofits: Re-conceptualizing the Third Sector. Voluntas. International Journal of Voluntary and Nonprofits Organizations, 27, 1515–1545. DOI 10.1007/s11266-016-9726-z


Inclusión Social en Zonas Vulnerables: la Feria de Empleo Red Sevilla Norte

El Polígono Norte y su entorno se ubica entre los distritos Macarena y Norte de la ciudad de Sevilla. Sus indicadores de bienestar, salud y calidad de vida ubican a sus habitantes entre los más desfavorecidos de la ciudad. Diferentes informes identifican carencias básicas en el ámbito de la salud y la sexualidad (embarazos adolescentes, consumo de drogas, prácticas alimentarias poco saludables); familias (redes sociales desestructuradas, sexismo en roles de género); educación y formación (alto fracaso escolar, escasez de participación en las AMPAS); y empleo (alta tasa de desempleo, actitudes poco favorables hacia la economía formal, segmentación por sexos). La cercanía del asentamiento chabolista de El Vacie requiere un esfuerzo para los recursos comunitarios de la zona, ya que su atención educativa, sanitaria y de inserción laboral es a veces asumida por profesionales de esta zona.

Frente a ello, a lo largo de las últimas décadas se han puesto en marcha diferentes intervenciones integrales, generalmente con apoyo de financiación europea, y donde los diferentes dispositivos públicos (regionales y locales) han dinamizado propuestas de desarrollo sociocomunitario. Actualmente, el barrio no cuenta con esta financiación transnacional, si bien el trabajo en red entre las entidades del barrio se ha mantenido en el tiempo. De entre sus diferentes expresiones, cabría selañar la Red Sevilla Norte, una coalición comunitaria integrada por instituciones públicas,  entidades sociales y asociaciones de barrio especialmente dirigida hacia la dinamización sociolaboral de la zona.

El trabajo del Grupo Motor de la Red Sevilla Norte ha mantenido el espíritu colaborativo que la originó, promoviendo el ajuste comunitario de las políticas públicas, tales como los servicios de empleo y los recursos municipales. Además, progresivamente se va incorporando el tejido empresarial de la zona. Combina, por tanto, un enfoque integral de dinamización social del barrio junto con programas de intermediación laboral. La participación comunitaria del conjunto de entidades es clave para explicar el mantenimiento de esta red de entidades a lo largo de estos últimos años.

La 2ª Feria de Empleo Red Sevilla Norte

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En el marco de estas actividades conjuntas, la Red Sevilla Norte organiza el próximo 20 de octubre de 2016 la segunda edición de la Feria de Empleo Red Sevilla Norte. Tendrá lugar en el Centro Social Polivalente Hogar Virgen de los Reyes de Sevilla. El evento contará con stands informativos de empresas de la zona que estarán disponibles para atender las consultas y demandas laborales de la ciudadanía.

De igual manera, se ofrecerán talleres complementarios realizados por instituciones públicas y entidades de la zona de manera gratuita y que atenderán las siguientes temáticas:

  • Motivación y coaching hacia la búsqueda de empleo
  • Recursos del Servicio Andaluz de Empleo. Funcionamiento de su oficina virtual y oportunidades de empleo en el exterior.
  • Procesos de selección y entrevistas laborales
  • Acreditación de competencias profesionales

El horario de la Feria de Empleo Red Sevilla Norte será desde las 10:00h. a 14:30h. y de 16:30h. hasta las 18:00h.

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Voluntariado y Comunidad: Nuevas formas de participación

El pasado 7 de octubre de 2016 tuvo lugar en Granada el 11º Congreso Andaluz del Voluntariado  que, bajo el lema «compromiso con el voluntariado»  concentró el interés de entidades, organizaciones sociales, instituciones públicas, profesionales y el propio movimiento de voluntariado.

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Desde el Laboratorio de Redes Personales y Comunidades (LRPC) tuvimos la ocasión de participar en la moderación de una de sus mesas de debate. De manera exacta, la dedicada a la presentación de experiencias en torno al Voluntariado y Comunidad: Nuevas Formas de Participación. Esta mesa redonda se diseñó con la idea de divulgar iniciativas de éxito en la promoción del voluntariado en contextos de innovación social.

Así, el foro tuvo una importante presencia de la comunidad universitaria, donde se subrayó los beneficios para el voluntariado y sus programas a la hora de aplicar un enfoque de investigación-acción. Se constató la idoneidad de construir puentes entre el conocimiento teórico y la práctica de la acción social y solidaria. El voluntariado podría ser uno de esos puentes a través de los cuales se comuniquen los conocimientos científicos hacia la búsqueda de su utilidad y su capacidad transformadora de la realidad. Contamos con la participación de la Oficina de la Universidad de Grandada – UGR Solidaria, donde su responsable, Juan Carlos Maroto, presentó las líneas de implicación social de la comunidad universitaria granadina con el conjunto de la sociedad civil, y que van desde el ofrecimiento de oportunidades de participación, hasta el apoyo logístico, formación específica dentro y fuera de la universidad y sin olvidar la financiación de microproyectos supervisados técnicamente por la unversidad.

En una línea similar, la Universidad Pablo de Olavide, a través de Inmaculada Sancho, presentó la experiencia de esta universidad en la promoción del voluntariado y su arraigo con la sociedad civil a través de la colaboración conjunta en iniciativas solidarias. Entre ellas, presentó los resultados del programa de intercambio de universitarios a través del Servicio de Voluntariado Europeo, una iniciativa transnacional a través de la cual se ofrece la oportunidad de implicarse en actividades solidarias a lo largo de territorio europeo, al tiempo que permite la estancia de estudiantes extranjeros en programas de voluntariado locales.

La tercera experiencia presentada promueve la implicación de la población más joven en iniciativas de desarrollo urbano, a través de la participación en el proceso de toma de decisiones colaborando con sus instituciones locales. El programa Ágora Infantil, promovido por Coglobal y las Universidades de Málaga y Huelva. Precisamente Patricia García , miembro de su equipo técnico, fue la responsable de presentar este proyecto de democracia participativa y de explicar la dimensión comunitaria de su sistema de evaluación.

Por último, la mesa se cerró con la colaboración de María Jesús Molero, voluntaria del programa Andalucía Compromiso Digital, iniciativa a través de la cual se promueve la alfabetización digital de la sociedad civil al tiempo de promover iniciativas de digitalización de la vida asociativa andaluza. Su web también ofrece recursos de formación online de manera flexible ajustada a las demandas de la sociedad civil organizada, así como acompañamientos digitales ofrecidos por voluntarios.

Conclusiones

A modo de resumen, subrayamos las siguientes ideas  clave transmitidas durante este foro de discusión:

  • Voluntariado y aprendizaje: El voluntariado ofrece oportunidades de participación a lo largo del ciclo vital, si bien el contacto con experiencias de participación en las primeras etapas vitales consolida de manera significativa la adquisición de competencias, valores y habilidades propias de la convivencia en democracia.
  • Voluntariado y dinámicas de transferencia de conocimiento. Las iniciativas de voluntariado atienden problemáticas multicausales y complejas. Sistematizar la práctica de los programas se identifica como un factor clave para la medición de su impacto. La universidad puede desempeñar un papel de acompañamiento y asistencia técnica en la dinámica de mejora continua de las iniciativas de voluntariado en términos de transformación social.
  • Voluntariado, TIC e innovación social. La digitalización de la vida asociativa ofrece múltiples oportunidades para la expansión del voluntariado como fenómeno global. Sin embargo, el surgimiento de aplicaciones y herramientas online no implica una apropiación inminente por parte del tejido asociativo. Se vuelve, por tanto, necesaria, la existencia de programas de acompañamiento y alfabetización que permitan a las entidades sacar el mayor partido al potencial de sus actividades.
  • Voluntariado y emociones. Uno de los retos a los que nos enfrentamos como miembros del movimiento de voluntariado es lograr que la experiencia de participación se convierta en significativa dentro de la vida de las personas. El papel de las emociones como mecanismo de afianzamiento del voluntariado en la identidad de sus protagonistas puede resultar determinante para consolidarlo.

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