La Facultad de Psicología de la Universidad de Sevilla albergó la conferencia «Internacionalización de la Investigación en Psicología: Algunas consideraciones y apuntes», pronunciada por José María Peiró, Catedrático de Psicología Social y de las Organizaciones de la Universidad de Valencia. Actualmente es presidente de la International Association of Applied Psychology (IAAP) y también tuvo un papel determinante en el proyecto Europsy.
La conferencia estuvo organizada por el Vicerrectorado de Investigación de la Universidad de Sevilla, en pleno debate acerca de la innovación y el fomento de la investigación en el marco del cambio de programa de investigación europea, conocido como del Horizonte 2020. A continuación se resumen algunas de las principales ideas expuestas durante la sesión:
#1. La investigación como dinámica de transferencia entre teoría y práctica.
La investigación en Psicología no solo atiende a fenómenos naturales, sino que abarca el interés por pronosticar el comportamiento humano en diferentes contextos, con una clara vocación de orientar este conocimiento hacia la transferencia de resultados desde el plano teórico hacia la respuesta aplicada. Este argumento está en el fundamento de la innovación, componente tan demandado a los grupos de investigación en la actualidad.
#2. Pre-condiciones de la investigación.
Es necesario la existencia de un grupo de investigación, con masa crítica y disponibilidad. Ha de haber investigación, procesos y resultados de calidad. Ha de haber liderazgo y dirección en el grupo, que debe contar con un plan «informado» de investigación, si es estratégico, mejor.
#3. Funciones en las unidades de investigación.
Si se dan las bases del punto anterior, la unidad o el grupo de investigación se empleará en la gestión de contactos y cooperación nacional (e internacional) para trabajar en red con otros grupos relevantes. También se requiere la inversión de tiempo en el mantenimiento y desarrollo de un equipo de investigadores/as, estableciendo una visión y objetivos compartidos, facilitando su integración y evitando su centrifugado o fragmentación. La formación y el desarrollo de investigadores requiere casi una labor de coaching del equipo, desarrollando sus oportunidades de mejora en la capacidad de cualificación investigadora. En este sentido, la promoción de la movilidad e intercambio internacional son vitales. Mención especial en este apartado a la socialización e integración de doctorandos.
#4. ¿Cómo nos internacionalizamos?
Se entrada, se requieren competencias lingüísticas (fundamentalmente inglés). De igual manera, se desarrollará la función proactiva de conocer las políticas, planes y programas de investigación locales, estatales e internacionales. De fondo, se trata de posicionar al grupo de forma competitiva en ellas. Cabe citar en este apartado el manejo de los procesos de comunicación. Se citan dos vías: (1) la configuración de una página web cuidada (también en inglés) y la inversión en posicionamientos de cara a motores de búsqueda; y (2) la divulgación de los resultados a múltiples audiencias (no solo en publicaciones con índice de impacto, sino el uso de vídeos, participar en redes, etc.)
#5. Estar situado, conocer las políticas y programas de investigación.
A nivel de nuestra universidad, lo primero es conocer el plan estratégico sobre investigación e internacionalización. ¿qué se promueve? ¿Dónde están las fortalezas y las oportunidades? ¿qué apoyos y recursos se ponen al servicio de la estrategia? ¿Podríamos identificar los equipos potentes de nuestra universidad, por ejemplo, en ciencias sociales y de la salud? Estas mismas cuestiones se pueden plantear a nivel estatal y europeo, donde también existen iniciativas de impulso a la investigación., como el caso de la iniciativa MINECO.
#6. Sembrar la internacionalización.
Llegados a este punto, las actividades para iniciar una aventura internacional pasan por un uso estratégico de ciertos recursos. Entre ellos, la asistencia y participación en congresos internacionales. También el impulso a la movilidad o estancias de investigación planificadas y utilizando los recursos de diversos miembros del equipo de investigación (hacer un plan). Una estrategia útil son los intercambios y estancias de doctorados y las co-tutelas. En suma, hay que trabajar las relaciones internacionales disciplinares e interdisciplinares, si puede ser, con los mejores, ya que crean contactos y participan en redes (networking). No está mal tampoco la idea de identificar sinergias y alianzas junto con otras instituciones propias. De fondo, comenzar ya a tener cierta cooperación en proyectos de investigación con otros países.
#7. Cultivar la internacionalización.
Primer requisito, estar informados sobre programas europeos, convocatorias, etc., como el ya citado caso del horizonte 2020. En este sentido, habría que trabajar para «penetrar» en esos programas. Por ejemplo, ofreciéndose como evaluadores, conocer a los puntos de contacto o coordinadores en España, estar al tanto de la actualidad a través de los info-days, etc. En este apartado habría que identificar a los centros activos y grupos líderes de proyectos europeos en nuestra temática.
#8. Manos a la obra.
Llega el momento de preparar la convocatoria. Hay que estudiarla bien y analizar las oportunidades. Ver quién ha redactado el «topic» y qué podemos añadir en nuestra propuesta que resulte atractivo. Ojo con la interdisciplinariedad, ya que la investigación va de tópicos, no de disciplinas. Se presta más atención a la solución de problemas y la generación de outputs, con excelencia teórica y metodológica. También en esta fase llegará el momento de seleccionar partners y de conocer a los responsables del programa, revisar con ellos el proyecto que se está pensando. En cierta medida, es algo parecido a realizar lobbying. En suma, expresado en términos de excelencia y competitividad, la preparación de un proyecto puede requerir meses, incluso antes de haberse formalizado la convocatoria. De ahí que el apoyo profesionalizado y la capacidad logístico-administrativa resulten determinantes.
#9. Apoyos institucionales.
Se requerirá de apoyo para la identificación de las grandes líneas de internacionalización y la articulación en los «grandes expresos» europeos y mundiales. Será necesaria la identificación de los grupos con viabilidad (excelencia, tamaño, equipo, visibilidad, redes, potencial, etc.) Las universidades dedicarán actuaciones para aumentar las oportunidades de conexión con universidades extranjeras y para diseñar proyectos internacionales. Los apoyos institucionales se concretan a la hora de concurrir y competir con posibilidades de éxitos, requiriendo profesionales para la redacción de proyectos, info-days, contactos en otras regiones europeas, personal técnico y administrativo competente, etc.
Ya en el turno de discusión, el debate giró hacia el contexto actual de la investigación en Psicología, que cuenta entre sus fortalezas la diversidad de contextos de intervención en los que puede contribuir a la innovación. Por el contrario, la lógica de criterios de efectividad sostenida en torno a patentes u otros indicadores de innovación no siempre se ajusta a las dificultades de cuantificar la eficiencia de las mejoras sociales, por ejemplo, de invertir en tópicos como el envejecimiento activo, la mejora de los servicios públicos o la conciencia sobre el reciclado, por citar algunos casos. En este sentido, un ejemplo de buena práctica lo encontramos en la iniciativa LOCAW, en la que participa el Grupo de Investigación Persona-Ambiente de la Universidad de A Coruña.