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Cómo seleccionar programas que resultan efectivos


Prácticas basadas en la evidencia

Para elegir un tratamiento necesitamos conocer qué estrategias de intervención cuentan con evidencia empírica previa. Desde que se inició la pandemia de COVID en 2019, los profesionales de la salud han sido especialmente conscientes de la necesidad de estar al día sobre el conocimiento científico disponible de las enfermedades y su tratamiento. Esto ocurre también en el ámbito de la intervención comunitaria.

Por eso se han desarrollado iniciativas de sistematización de la práctica, que pretenden resumir y organizar el conocimiento disponible sobre las intervenciones que resultan efectivas para afrontar diferentes problemas sociales. Dos de las iniciativas más conocidas son las siguientes:

  • Cochrane Library. Es un repositorio que se actualiza de manera continuada con información sobre ensayos clínicos controlados. Permite localizar cuáles son los tratamientos más efectivos para los diferentes problemas de salud.
  • Campbell Collaboration. En este caso se trata de una red de profesionales del ámbito de las ciencias comportamentales, que comparten resúmenes sobre planes, políticas y programas basados en la evidencia. Uno de los recursos más útiles de esta página consiste en la elaboración de revisiones sistemáticas breves, con un resumen en lenguaje coloquial.

Estas dos experiencias se centran sobre todo en la recopilación de estudios experimentales (o cuasiexperimentales) y de evaluaciones sistemáticas de programas. Una alternativa consiste en la elaboración de recomendaciones basadas en la práctica, recopilando lecciones aprendidas y aportando guías para la intervención. Es el caso, por ejemplo, de la What works clearinghouse.

Finalmente, también podemos encontrar inventarios de intervenciones para problemas específicos o en ámbitos concretos de intervención:

Para saber más

Este comentario está basado en:

  • Maya-Jariego, I. & Holgado, D. (2021). Qué funciona en la prevención comunitaria. Madrid, Pirámide. [Libro]

Construir sistemas de protección social forma parte del desarrollo

Una mayor cobertura de la protección social contra la pobreza se asocia con una menor prevalencia del trabajo infantil

El 12 de junio se celebra el Día Internacional contra el Trabajo Infantil que este año tiene como lema «Protección Social Universal para Terminar con el Trabajo Infantil». Con ello la Organización Internacional del Trabajo recomienda una mayor inversión en sistemas de protección social para evitar la implicación temprana de los menores en actividades laborales que condicionan negativamente su desarrollo personal.

Desde que se inició el registro sobre la prevalencia del trabajo infantil en el mundo se ha observado una reducción progresiva del problema. Sin embargo, mientras que entre el año 2000 y 2016 el porcentaje de menores trabajadores descendió globalmente, en el periodo 2016-2020 se observó un aumento por primera vez en dos décadas. Según los datos de la OIT, a principios de 2020 existen 160 millones de niños trabajadores, es decir, un 10 por ciento en todo el mundo.

Es muy probable que la pandemia haya empeorado esos datos. Sin embargo, el incremento documentado en el periodo 2016-2020 corresponde fundamentalmente al aumento del número de niños trabajadores en el África subsahariana. En dicha región la prevalencia del problema es de un 24 por ciento, mientras que en el continente africano hay más menores trabajadores que en todo el resto del mundo junto.

De la pobreza a la protección social efectiva

Estos datos muestran las dos caras del trabajo infantil. Por un lado, el aumento que se observa en África guarda una relación directa con el aumento de la pobreza, que es la principal causa de trabajo infantil. A su vez, ese incremento, en términos absolutos, se corresponde con el aumento de la población en el continente (pese a un descenso relativo del porcentaje de africanos que vive con menos de 1.9 dólares al día). Por otro lado, en casi todo el resto del mundo se sigue manteniendo el descenso progresivo del trabajo infantil que se viene observando desde el año 2000. Esto remite a un conjunto de políticas y programas que han resultado efectivos en la prevención del problema.

Concretamente, son prácticas basadas en la evidencia (1) las transferencias condicionadas de dinero en efectivo, (2) las coaliciones tripartitas, y (3) los programas de acompañamiento y refuerzo educativo. En primer lugar, las políticas que han obtenido mejores resultados consisten en proporcionar recursos económicos a las familias pobres, con el requisito de que sus hijos cursen la enseñanza obligatoria y se haga un seguimiento adecuado de su estado de salud. Se trata de programas que atienden a las causas del problema (principalmente, la pobreza), que aportan un incentivo para la implicación de las familias en la crianza de sus hijos, y que transforman tanto las expectativas familiares sobre la educación como sus aspiraciones sobre la vida que le espera al menor. En segundo lugar, la colaboración de los organismos internacionales de Naciones Unidas con los gobiernos locales, junto con el establecimiento de acuerdos entre los trabajadores y los empleadores, contribuyen a la creación de normas sociales con valor preventivo. En tercer lugar, el acompañamiento educativo personalizado y la implementación de programas psicosociales para la prevención del abandono escolar resultan enormemente efectivos.

También hemos aprendido que existen diversas modalidades de “trabajo infantil”, lo que hace necesario adaptar las intervenciones preventivas en cada caso. Aunque con frecuencia se utiliza el mismo término para referirse a cada modalidad, son muy diferentes las implicaciones psicológicas para los menores cuando colaboran con la actividad de subsistencia de sus familias, cuando realizan trabajos asalariados de bajo riesgo, cuando realizan trabajos peligrosos; o cuando realizan trabajos forzados o participan en actividades ilegales. Cada uno de ellos conlleva estrategias de prevención también diferentes.

Qué funciona en la protección social de los menores

Los datos muestran que en países de bajos ingresos se observa una correlación negativa entre la cobertura de protección social y la prevalencia del trabajo infantil. Una mayor protección se asocia con una prevalencia menor. Entre otras medidas efectivas, existen evidencias del impacto positivo en la reducción del trabajo infantil de las ayudas económicas a familias con hijos, los comedores escolares, el aumento de la cobertura de salud y las pensiones. Especialmente, la ayuda directa a las familias les permite afrontar las crisis sin necesidad de recurrir al trabajo infantil. Para que resulten efectivas es importante la continuidad a lo largo del tiempo y la regularidad en la prestación. También funcionan mejor cuando hay un sistema de protección integral a lo largo del ciclo vital. No obstante, en los países pobres sigue siendo un reto llegar a las familias en más alto riesgo.

Por lo que respecta a los profesionales de la psicología, conviene indicar que los programas de protección social son más efectivos…

  1. cuando se definen los resultados comportamentales que se espera obtener con los menores,
  2. cuando se adaptan a las características socioculturales de las familias vulnerables,
  3. cuando se consiguen cambios en las normas tradicionales sobre el trabajo de los menores, y
  4. cuando se combinan con campañas de sensibilización comunitaria, con intervenciones psicoeducativas o con prestaciones de salud.

Esto define un amplio margen para la colaboración de los profesionales de la psicología en la implementación de los sistemas de protección, que va más allá de la mera asignación de recursos económicos. La intervención psicológica modula las prestaciones sociales en la práctica. Tanto su funcionalidad como su impacto potencial.

En definitiva, en varios informes recientes de la OIT y UNICEF se recomienda diseñar sistemas de protección universales e inclusivos, adaptados a las necesidades del menor. Existen evidencias de que la cobertura de la protección social reduce la prevalencia del trabajo infantil. Además, en el contexto de la cooperación internacional, se asume que la construcción de sistemas de protección social forma parte del desarrollo por sí misma. Ese es el contexto institucional en el que normalmente se integran las intervenciones psicosociales. La participación de los psicólogos/as en los programas preventivos contribuye a mejorar el ajuste comunitario de las intervenciones. Una participación que resulta difícil separar de la inversión pública en educación y servicios sociales.

El caso del trabajo infantil lanza un mensaje claro a los profesionales de la psicología: los impuestos, las políticas redistributivas, la inversión en políticas sociales, y la concertación social son el ecosistema en el que las intervenciones psicológicas basadas en la evidencia han resultado efectivas en las dos últimas décadas. La inversión en los sistemas de protección social es una herramienta clave en la lucha contra la pobreza y en la prevención del trabajo infantil.

Para saber más

ILO/UNICEF (2022). The role of social protection in the elimination of child labour: Evidence review and policy implications. Available at: https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—ed_norm/—ipec/documents/publication/wcms_845168.pdf Accessed 11/06/2022

Maya-Jariego, I. (2021). Community prevention of child labor. Evidence-based practices to promote the psychological well-being of minors. Springer Nature Switzerland AG. [Springer]

UNICEF/ILO (2021). Child Labour: Global estimates 2020, trends and the road forward. UNICEF Data. Available at: https://data.unicef.org/resources/child-labour-2020-global-estimates-trends-and-the-road-forward/  Accessed 11/06/2022


Prevención comunitaria del trabajo infantil

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Prácticas basadas en la evidencia

La editorial Springer ha publicado el libro «Community Prevention of Child Labor» en la colección «Human Well-being Research and Policy Making«. Se trata de una revisión de las estrategias de intervención comunitaria que resultan efectivas en la prevención del trabajo infantil.

Este libro presenta cuáles son las acciones preventivas que han permitido una reducción de más de un tercio de la prevalencia del trabajo infantil en el mundo en las dos últimas décadas. En el ámbito de la prevención comunitaria, se han identificado programas ejemplares con resultados excepcionales. Por ejemplo, se ha reducido en la mitad la participación de niños en trabajos peligrosos. En una gran diversidad de contextos, la acción concertada de los agentes sociales ha servido para contrarrestar la permisividad social hacia el trabajo de los menores, mientras que las intervenciones psicoeducativas se han mostrado especialmente eficaces en la prevención del abandono escolar temprano. Por su parte, las prestaciones económicas condicionadas contrarrestan la pobreza de las familias, a la vez que proporcionan un incentivo a la participación efectiva de los padres en el desarrollo equilibrado de sus hijos. El libro presenta un conjunto de prácticas basadas en la evidencia que pueden resultar especialmente útiles para los psicólogos, educadores y trabajadores sociales que trabajan en este ámbito. De forma más amplia, este libro también resulta de interés para políticos, profesionales y activistas que participan en las políticas de protección de la infancia o en la implementación de programas de promoción del bienestar psicológico de los niños.

Para saber más


Publicaciones del LRPC en 2021

En la presentación superior se recopilan algunas de las publicaciones del Laboratorio de Redes Personales y Comunidades en el primer semestre de 2021. Esta selección incluye dos libros sobre qué resulta efectivo en la prevención comunitaria. En un caso se comparan las estrategias de intervención en diferentes contextos y problemas sociales. En otro caso de revisan específicamente qué estrategias resultan efectivas en la prevención del trabajo infantil.

  • Maya-Jariego, I. (2021). Community prevention of child labor. Evidence-based practices to promote the psychological well-being of minors. Springer Nature Switzerland AG. [Springer]
  • Maya-Jariego, I. & Holgado, D. (Eds.). (2021). Qué funciona en la prevención comunitaria. Casos de intervención psicosocial efectiva. Pirámide: Madrid. [Pirámide]

Introducción a la psicología comunitaria

#ISyC

Un libro de acceso abierto para iniciarse en la psicología comunitaria

El doctor Leonard Jason, profesor de la DePaul University en Chicago, ha liderado a un grupo de académicos y expertos en intervención psicosocial para editar un manual de psicología comunitaria de acceso abierto.

El libro es un texto introductorio, escrito en un lenguaje accesible, que pretende mejorar la visibilidad de la psicología comunitaria tanto en el ámbito académico como en el ámbito profesional. Pretende facilitar un primer acercamiento, no excesivamente técnico, a los modelos y estrategias de intervención comunitaria; con cierto énfasis en las acciones de movilización comunitaria y cambio social. Se trata de un libro de texto de acceso abierto, disponibles en la plataforma electrónica Rebus, dirigido a «la nueva generación de psicólogos comunitarios». En la presentación del mismo se indica:

«Este libro le mostrará cómo analizar, investigar y abordar de manera integral los problemas de la desigualdad económica, la violencia, el abuso de sustancias, la falta de vivienda, la pobreza y el racismo. El libro aporta herramientas para asociarse con miembros de la comunidad y con las organizaciones comunitarias para promover una asignación equitativa de recursos y oportunidades.»

En la publicación han contribuido más de 40 co-autores, con una cobertura internacional, y estará conectado a la formación de nuevos profesionales a través de la Sociedad para la Investigación y la Acción Comunitarias, de la American Psychological Association. Cada capítulo incluye ejercicios prácticos, casos de intervención, videos y cuestionarios, junto con oportunidades para la reflexión sobre la acción comunitaria.

Referencia y acceso a los contenidos

  • Leonard A. Jason, Olya Glantsman, Jack O’Brien, and Kaitlyn Ramian (Eds). Introduction to Community Psychology. Becoming an Agent of Change. Rebus: Montreal, Quebec, Canada. [Acceso abierto]

El libro incluye un capítulo elaborado por miembros del Laboratorio de Redes Personales y Comunidades, en el que se presenta el concepto de Intervención Comunitaria. Para ello, a través de casos de intervención concretos, se presentan los conceptos de efectividad, implementación e investigación-acción.

  • Maya-Jariego, I. & Holgado, D. (2019). Community Interventions. In Leonard A. Jason, Olya Glantsman, Jack O’Brien, and Kaitlyn Ramian (Eds). Introduction to Community Psychology. Becoming an Agent of Change. Rebus: Montreal, Quebec, Canada. [Acceso abierto]

Aprendizaje socioemocional e intervención psicoeducativa

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Keep playin’ kids. Cedric Lange/Flickr (CC BY-NC-SA 2.0)

El desarrollo socioemocional en el niño se basa en la adquisición de los conocimientos, las habilidades y las competencias necesarias para entender y manejar emociones, desarrollar relaciones positivas y empáticas con los demás y conseguir objetivos personales y grupales. El aprendizaje de competencias socioemocionales ha demostrado ser fundamental para el desarrollo integral del niño, incluyendo el rendimiento y el éxito en contextos escolares y laborales. De hecho, la intervención en las competencias sociales y emocionales de los niños ha sido una de las áreas de mayor expansión en contextos educativos, asistenciales y clínicos en los últimos años. Por ejemplo, programas como Incredible Years o Positive Action han mostrado su efectividad en la atención a problemas conductuales, desempeño académico o relaciones paterno-filiales en niños de educación básica y primaria.

Los programas de aprendizaje socioemocional se estructuran en torno a cinco competencias básicas: autoconciencia, autogestión emocional, conciencia social, habilidades sociales y toma responsable de decisiones. A corto plazo, estos programas favorecen el incremento del control emocional, las habilidades sociales, la mejora de las actitudes hacia la escuela, hacia sí mismo y hacia los demás y la creación de entornos de aprendizaje y desarrollo adecuados en la escuela y en la familia. Estos resultados pueden llevar en primer lugar a una reducción de problemas de conducta, menor número de incidencias relacionadas con conflictos en la escuela y una mejora de las relaciones familia-escuela. Por otro lado, influyen en el rendimiento académico del niño y se han mostrado como factores protectores frente a la delincuencia y el consumo de sustancias en la adolescencia y en la adultez.

Finalmente, este tipo de programas muestran cómo la conducta social y emocional positiva en los niños se basa en la adquisición de una serie de habilidades y competencias específicas, que pueden ser aprendidas y reforzadas mediante (a) cambios significativos en el clima familiar y escolar, (b) la implicación de agentes relacionados con el desarrollo del niño y (c) la intervención en etapas tempranas y periodos críticos del desarrollo del menor.

¿Por qué son efectivos los programas de aprendizaje socioemocional en la escuela?

Algunos aspectos que influyen en la efectividad de estos programas son los siguientes:

  • Base conductual. Parten del entrenamiento de competencias conductuales, a partir de estrategias de aprendizaje social, basadas en el modelado, el ensayo y la generalización de las competencias aprendidas. Las sesiones de los programas se suelen desarrollar en grupo, de modo que favorezcan el reforzamiento de las conductas y la interacción social.
  • Intervención focalizada y dirigida al problema. La mayoría de los programas de aprendizaje socioemocional efectivos se centran en el entrenamiento de unas pocas competencias o en la intervención en un problema concreto. Las intervenciones que tienen múltiples componentes y que abordan múltiples problemas pueden dispersar sus recursos y exceder las capacidades de implicación de niños, padres y docentes.
  • Intervención en el contexto escolar, familiar y comunitario. Los programas de aprendizaje socioemocional se implementan preferentemente en el contexto escolar. Se basan en la combinación de acciones transversales y complementarias al currículum académico formal. Además, proporcionas herramientas y estrategias de intervención coordinadas en el contexto escolar y comunitario. De este modo, basan parte de su efectividad en la interacción y la sinergia de diferentes escenarios y sistemas de desarrollo del niño.
  • Base teórica del cambio. Parten de modelos teóricos contrastados y con base empírica sobre el desarrollo infantil, las dinámicas familiares y el papel de los procesos socioemocionales en el rendimiento académico, las relaciones personales y el desarrollo adulto.
  • Periodo crítico de intervención. Se basan en la intervención temprana, la sincronización con periodos clave del desarrollo y la prevención primaria de problemas conductuales y emocionales. Los resultados muestran que la intervención es más efectiva en la primera infancia, cuando aun no se han instaurado comportamientos agresivos o delictivos que se encuentran integrados en diferentes sistemas de refuerzo y que se han generalizado a diferentes contextos.
  • Programas basados en la evidencia. En algunos casos, se trata de programas que han mostrado su efectividad en ensayos experimentales, en diferentes contextos y con diferentes poblaciones. Algunos repositorios como CASEL o Blueprints recogen algunos de estos programas en función de criterios de evaluación de resultados y calidad de la intervención.

Los Espacios para Crecer como estrategia de entrenamiento socioemocional en la prevención del trabajo infantil

Los Espacios para Crecer son talleres psicoeducativos que forman parte de las estrategias de intervención en prevención y erradicación del trabajo infantil del programa Edúcame Primero. Son sesiones grupales con niños trabajadores o en riesgo de trabajar, en los que se trabajan contenidos relacionados con el desarrollo personal, como las habilidades sociales, la autoestima o las relaciones positivas con los iguales, la familia y la comunidad. A su vez, incluyen componentes académicos y recreativos y plantean acciones con el centro educativo y el contexto familiar y comunitario.

El programa parte de la premisa de que el trabajo infantil puede tener una repercusión negativa en el desarrollo social y emocional del menor, además del rendimiento académico y la experiencia educativa. Ello puede desincentivar la permanencia en la escuela de estos niños y reforzar su implicación en actividades laborales. La intervención en edades tempranas, cuando la dedicación al trabajo es incipiente, sirve como estrategia (a) de retención del menor en el contexto educativo, a través de la inclusión en actividades gratificantes dentro de la escuela, (b) de amortiguación de los efectos negativos del trabajo infantil sobre el desarrollo del niño, mediante la creación de espacios seguros de aprendizaje y juego y (c) de sensibilización sobre el impacto del trabajo infantil, mediante la participación de padres y docentes.


La implementación de programas con familias en riesgo

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Jordy Ferket (CC BY 2.0)

FAF

El Programa de Formación y Apoyo Familiar es una intervención para promover la parentalidad positiva que se aplica a nivel local. Se trata de una estrategia de prevención secundaria que integra acciones psico-educativas y comunitarias, y que se aplica con familias en contexto de riesgo social. A través de la participación en el programa los padres desarrollan competencias de comunicación, aumentan sus redes de apoyo social y se muestran generalmente satisfechos con su rol de padres.

La evaluación de la implementación del programa se centró en dos tipos de elementos clave:

  • Estrategias de implementación: apoyo organizativo, entrenamiento de los profesionales, adaptabilidad, selección de los participantes y composición del grupo.
  • Resultados de implementación: fidelidad, intensidad y dosis, y reacción de los participantes.

Los resultados mostraron una aplicación bastante homogénea en 19 grupos de aplicación del programa. En general, los aplicadores siguieron las recomendaciones del manual de aplicación tanto en la selección de los participantes, como en la composición del grupo. Las unidades más importantes fueron aplicadas y se obtuvieron niveles adecuados de adherencia al programa entre los participantes.

Sin embargo, hubo algunas diferencias entre grupos en lo que se refiere a la dosis e intensidad de la intervención, así como en el tamaño de los grupos. Esto permitió clasificar, en función de la implementación, en tres conglomerados diferentes. La evaluación mostró que los grupos más grandes y con mayor intensidad de aplicación obtuvieron mejores resultados de la intervención en los padres. El programa se mostró adaptable, aunque mantuvo los componentes centrales de la intervención.

Entre la efectividad y la implementación

La investigación sobre la aplicación de programas ha evolucionado desde un foco central en la efectividad de la intervención a la consideración cada vez más habitual de las dinámicas de implementación. El conocimiento de prácticas basadas en la evidencia es necesario pero no suficiente para conseguir los cambios comportamentales pretendidos. Una adecuada implementación del programa en contextos específicos (con niveles adecuados de ajuste comunitario) son esenciales para obtener resultados positivos.

  1. El programa de Formación y Apoyo Familiar es un ejemplo de implementación adecuada que contó con el apoyo de la municipalidad, manuales de aplicación definidos, adaptables a diferentes necesidades familiares y con grupos diversos en composición (desde el punto de vista del riesgo y de las características sociales de los participantes).
  2. El caso (a) muestra de forma clara la diferenciación entre los componentes centrales y los componentes secundarios de una intervención, y (b) ilustra la importancia de la intensidad y la dosis en la obtención de resultados positivos.
  3. Además, contar con una guía de aplicación en un contexto organizativo definido para la implementación del programa contribuyó a la obtención de resultados homogéneos.

Comentario basado en:

Hidalgo, M. V., Jiménez, L., López-Verdugo, I., Lorence, B. & Sánchez, J. (2016). “Family Education and Support” program for families at psychosocial risk: The role of implementation process. Psychosocial Intervention 25 (2), 79-85. [PSI]


7 usos de las redes en la intervención

Magnus Norden (CC BY 2.0)

Magnus Norden (CC BY 2.0)

La Revista REDES publica en el volumen 27 (2) de 2016 un artículo sobre las estrategias de intervención social y comunitaria que se basan, al menos en una parte de su desarrollo, en el análisis de redes sociales. Concretamente, propone 7 usos habituales de las redes en la intervención.

Abstract. El análisis y la visualización de redes se integran de múltiples maneras en la intervención social y comunitaria. En esta revisión describimos siete usos específicos de las redes en el diseño, implementación y evaluación de programas, la dinamización comunitaria, y las campañas de prevención y promoción de la salud. En función de la estrategia de intervención, distinguimos (a) la selección de agentes de salud, (b) la segmentación de grupos en campañas de difusión de mensajes de prevención y promoción, (c) las coaliciones comunitarias, (d) el uso de la visualización de redes en dinámicas participativas de investigación-acción, (e) la intervención en grupos de auto-ayuda, (f) las encuestas comunitarias de redes personales y (g) el análisis de la interacción informal entre participantes o aplicadores en la implementación de programas. En cada caso describimos las características de la estrategia de intervención y resumimos las principales aplicaciones de las técnicas de análisis y representación gráfica de redes. Estas siete estrategias se resumen en tres funciones del análisis de redes en la intervención comunitaria: traducción relacional de conceptos, mejora de la efectividad a través de la interacción social, y herramienta de intervención por sí misma.

Palabras clave: Análisis de redes sociales – Intervención social y comunitaria – Prevención – Participación – Implementación.

Referencia del artículo
  • Maya-Jariego, I. (2016). 7 usos del análisis de redes en la intervención comunitaria. REDES. Revista Hispana para el Análisis de Redes Sociales, 27, (2), 1-10. [pdf] [ResearchGate]

7Usos copia


De las redes a la intervención

Special IssueHaz click en la imagen para acceder a los contenidos del monográfico «análisis de redes para la intervención social y comunitaria», publicado en la revista Psychosocial Intervention.

  • También puedes descargar del siguiente enlace un pdf con el monográfico completo [Special Issue]

A mejor comienzo, mejor futuro

Doug Matthews (CC BY-NC-ND 2.0)

Doug Matthews (CC BY-NC-ND 2.0)

Better Beginnings, Better futures

Better Beginnings, Better Futures es un programa de prevención primaria y promoción de la salud mental en niños pequeños y sus familias en comunidades económicamente desfavorecidas. El programa se ha aplicado durante más de 20 años en Ontario (Canadá) y desde el principio se ha caracterizado por (a) implicar a los miembros de la comunidad en (b) la aplicación de programas para promover las capacidades de las familias y las comunidades en la atención a la necesidades de desarrollo infantil.

En su implementación se caracteriza por combinar un conjunto de programas diferentes en cada caso, con las siguientes características:

  • Se aplica de manera universal a los niños de 4 a 8 años.
  • Incluye acciones con los niños, con las familias y con la comunidad.
  • Se hace con el desarrollo de una coalición de servicios locales.
  • Se integra con los servicios existentes.
  • Son programas impulsados por la comunidad, de modo que resulta fundamental la implicación ciudadana.

Los componentes centrales del programa se mantienen en todas las ubicaciones, aunque en cada aplicación se introducen innovaciones para adaptarlo a las condiciones locales.

  • Con los niños se aplican programas de desarrollo emocional, actividades extraescolares y programas de ocio.
  • Con los padres se hacen visitas a domicilio, grupos de apoyo y respiro, y escuelas de padres.
  • En la comunidad se hacen programas de líderes comunitarios, celebraciones y promoción de la seguridad en el barrio.

Durante su implementación dos elementos fundamentales en la aplicación del programa fueron la participación ciudadana y el enfoque en el desarrollo de capacidades. Las alianzas reducen la duplicidad de servicios y generan una visión compartida sobre la prevención y el fortalecimiento de la comunidad.

Fortalecimiento de niños, familias y comunidades

El programa contribuye a una reducción de los problemas de conducta y un aumento del rendimiento escolar en los niños. También fue más frecuente la realización de ejercicio físico entre los participantes y menos frecuentes los comportamientos delictivos.

Los padres informaron de una mejora del funcionamiento familiar y se observó una reducción de la prevalencia de la depresión. En las comunidades se observaron niveles más elevados de participación y una mejora del acceso a los servicios disponibles.

Los análisis de coste-beneficio indican que es una iniciativa eficiente. Si bien se trata de un programa originado y extendido en Ontario, actualmente se trabaja en la generalización del programa a diferentes comunidades en Canadá. Como se trata de una iniciativa que moviliza a la comunidad para poner en marcha iniciativas de fortalecimiento de la infancia, de la familia y de los contextos locales, la transferencia exige una intensa interacción entre los investigadores de BBBF y las comunidades donde se aplica.

Referencia del artículo

Worton, S. K., Caplan, R., Nelson, G., Pancer, S. M., Loomis, C., Peters, D. R., and Hayward, K. (2014). Better Beginnings, Better Futures: Theory, research, and knowledge transfer of a community-based initiative for children and families. Psychosocial Intervention, 23, 135-143. [pdfENG] [pdfESP]


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