Inmigrantes y sociedad receptora tienen experiencias personales similares de sentido de comunidad
Los movimientos de población transforman la composición de las comunidades. Los inmigrantes internacionales se incorporan a comunidades locales con las que comparten unos colectivos de pertenencia y difieren en otros. Sin embargo, por lo que respecta a la experiencia psicológica de comunidad, parece que entre inmigrantes y locales son más las cosas que comparten que las que los diferencian.
La experiencia de los inmigrantes puede entenderse como una transición ecológica entre la comunidad local del país de origen y la comunidad local del país receptor, mediada por la comunidad relacional de compatriotas inmigrados. La gestión de estas tres pertenencias resulta determinante de los proceso de aculturación, adaptación e integración social en el país de acogida. El sentido de comunidad originario suele ser más fuerte que el resto, mientras que la experiencia de movilidad geográfica (o las experiencias de diversidad en general) contribuyen a atenuar el proceso de identificación colectiva.
Un estudio desarrollado en Italia y Estados Unidos, comparó las experiencias de sentido de comunidad de los inmigrantes y los miembros de la comunidad receptora. A través de 201 entrevistas cualitativas se comprobó que los participantes en el estudio compartían muchas similitudes en la forma de experimentar su pertenencia comunitaria. En general tanto inmigrantes como personas de la sociedad receptora tienden a valorar como más significativas e importantes las comunidades relacionales que las comunidades de base territorial. Por otro lado, mientras que las personas de la sociedad receptora tienen una noción abarcadora de las comunidades territoriales, los inmigrantes se referían normalmente al subconjunto de personas con las que tienen contacto en dicho espacio geográfico.
Por otro lado, suelen identificar estructuras de nivel intermedio, meso-sociales, e indican que “el sentido de pertenencia se basa en la proximidad, la interacción continuada, la cercanía y la percepción de similitud”. Los problemas compartidos en un territorio pueden generar experiencias similares en los inmigrantes y los miembros de la sociedad receptora, contribuyendo a una identidad común: es el caso de los problemas de delincuencia, de limpieza, de tráfico o de gestión de la propiedad.
Compartir espacios, compartir problemas, compartir comunidades
Las comunidades son colectivos más difusos que los grupos pequeños, de modo que los individuos tienen más dificultades para procesarlas de manera consciente.
- La experiencia de la migración parece contribuir a que los individuos sean más conscientes de las comunidades en las que están insertos y de las consecuencias de dicha pertenencia en términos prácticos.
- El sentido de comunidad requiere de participación directa y continuada en entornos sociales compartidos. Los problemas en los barrios unen a inmigrantes y sociedad receptora ante un destino común. También compartir escenarios (como un espacio religioso o una asociación) contribuye a generar sentido de pertenencia.
- Los grupos que proporcionan apoyo de manera directa median la integración en comunidades más amplias. Las redes de familiares y amigos facilitan la conexión a estructuras más amplias.
- Las limitaciones en términos de ciudadanía dificultan la participación de los inmigrantes en las comunidades locales y el desarrollo del sentido de pertenencia territorial. La estratificación y la segregación tienen un impacto negativo en la vida comunitaria de las poblaciones inmigradas.
- Las escuelas públicas, los lugares de trabajo o las asociaciones ofrecen oportunidades para el desarrollo de una conexión emocional compartida entre inmigrantes y sociedad receptora.
De la complejidad del sentido de pertenencia comunitario
Una parte significativa de la investigación sobre sentido de comunidad se ha centrado en evaluar el sentido de pertenencia al barrio de residencia. (Es decir, se ha puesto el acento en la proximidad y en la homogeneidad). Sin embargo, la identidad comunitaria es un proceso más complejo que la conexión con un solo objeto de referencia:
- Un mismo individuo participa en múltiples comunidades, geográficas y relacionales.
- En cada comunidad puede haber diferencias internas, diversidad e incluso conflicto. Diferentes subgrupos difieren en la forma en la que se identifican con la misma comunidad de pertenencia.
- Una comunidad puede estar anidada en categorías más amplias. Por ejemplo, un barrio forma parte de un distrito, que forma parte de una ciudad, y el individuo puede mantener una identificación diferente en cada caso (incluso a veces contradictoria).
- Los procesos de cohesión comunitaria pueden tener una vertiente negativa y traducirse en prácticas excluyentes hacia otros colectivos.
- De hecho, puede haber una tensión implícita entre comunidad y diversidad. En el caso de la inmigración, en las comunidades locales se detectó junto con un debate sobre el “respeto a la diversidad” una expectativa de compartir elementos comunes para desplegar un sentido de comunidad positivo.
En el estudio analizado es de interés que, pese a comparar inmigrantes con sociedad receptora y el caso italiano con el de Estados Unidos, se encontraron más semejanzas que diferencias en las experiencias personales de sentido de comunidad. También se comprobó la importancia de los contextos de participación inmediatos (asociaciones, escuelas públicas, lugares compartidos) en el desarrollo del sentido de comunidad.
Para saber más
Este comentario está basado en:
- Buckingham, S. L., Brodsky, A. E., Rochira, A., Fedi, A., Mannarini, T., Emery, L., … & Gattino, S. (2018). Shared Communities: A Multinational Qualitative Study of Immigrant and Receiving Community Members. American Journal of Community Psychology. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/pdf/10.1002/ajcp.12255
Un estudio previo sobre los múltiples sentidos de comunidad en inmigrantes y personas con un estilo de vida metropolitano está disponible en:
- Maya-Jariego, I., & Armitage, N. (2007). Multiple senses of community in migration and commuting: The interplay between time, space and relations. International Sociology, 22(6), 743-766. https://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/0268580907082259