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Convocatoria de beca en psicología

Colors by Tighten Up (CC BY 2.0)

0190/0227 Convocatoria de beca: Grado en Psicología y/o Máster en Psicología

El Laboratorio de Redes Personales y Comunidades «convoca a concurso de méritos una Beca, según lo establecido en la normativa de “Nombramiento de becarios con cargo a contratos, convenios y proyectos de I+D” de la Fundación de Investigación de la Universidad de Sevilla, para colaborar en el contrato de investigación titulado “Creación de redes en escuelas para la educación digital” (CP: FIUS22/0190, CGT: 0227), del que Isidro Maya Jariego es profesor responsable y que se realiza en el Departamento de Psicología Social.
  • Descarga las condiciones de la beca y los requisitos de los solicitantes [pdf]
  • Consulta la lista de publicaciones y proyectos del LRPC.

La estructura jerárquica de las redes personales

Structure, by Eduard Anton (CC BY 2.0)

Clasificación de redes personales

A continuación se puede consultar un nuevo artículo del Laboratorio de Redes Personales y Comunidades, titulado «Uso de un procedimiento de deconstrucción jerárquica para la clasificación de redes personales: Explorando grupos anidados a tu alrededor«. Este artículo realiza dos contribuciones significativas:

  1. Aplica el método jerárquico de detección de comunidades en el estudio de las redes personales. La deconstrucción progresiva de la red a partir de la eliminación de los nodos con mayor intermediación revela las propiedades estructurales de las redes personales.
  2. Clasifica las redes personales en función del número de pasos de deconstrucción necesarios para descomponerlas en sus elementos básicos. Esto permite diferenciar al menos dos tipos de redes personales en función del grado de cohesión y la existencia de subgrupos anidados.

A continuación está disponible el abstract y se puede acceder a la versión definitiva del artículo en Social Networks:

Uso de un procedimiento de deconstrucción jerárquica para la clasificación de redes personales: Explorando grupos anidados a tu alrededor. La deconstrucción de redes personales a través de la eliminación iterativa de los nodos con mayor centralidad de intermediación es una estrategia eficaz para describir sus propiedades estructurales. En este estudio mostramos que la deconstrucción iterativa también puede servir para clasificar las redes personales en tipologías. Con datos longitudinales de una muestra de 69 estudiantes, encontramos que las redes más densas son más resistentes a la fragmentación, mientras que las organizadas en subgrupos definidos suelen tener un proceso de deconstrucción más corto. Además, la estrategia de deconstrucción permite conocer la estructura jerárquica de las redes personales, compuestas por subgrupos anidados. [SON]

Referencia

  • Maya-Jariego, I. & González-Tinoco, E. (2023). Use of a hierarchical deconstruction procedure for the classification of personal networks: Exploring nested groups around you. Social Networks, 73, 20-29. [SN]

También sobre tipologías de redes personales

  • Maya-Jariego, I. (2021). Building a structural typology of personal networks: individual differences in the cohesion of the interpersonal environment. Social Networks, 64, 173-180. https://doi.org/10.1016/j.socnet.2020.09.006 [SN]

Datos disponibles en Zenodo

  • Maya Jariego, Holgado, D. & Alieva, D. (2020). Albero study: a longitudinal database of the social network and personal networks of a cohort of students at the end of high school. Zenodo. Data set (2020), 10.5281/zenodo.3532048

Dos subgrupos de ONGs de servicios sociales

Windows by jc_randomstuff (CC BY-ND 2.0)

Prestación de servicios e inclusión social

Las organizaciones no gubernamentales establecen relaciones entre sí a través de la colaboración informal y la participación en proyectos compartidos. Las redes interorganizativas que se forman influyen en su capacidad para la prestación de servicios. En un estudio sobre las ONGs de servicios sociales en Andalucía analizamos dichas redes de colaboración y observamos que las entidades participantes se agrupaban en dos conglomerados definidos: una serie de organizaciones especialmente orientadas a la provisión de servicios asistenciales, frente a otras que se centran en el desarrollo de proyectos de inclusión social. Se trata en parte de una distinción tradicional en el contexto de la acción social, entre (a) la movilización de recursos comunitarios y la promoción de procesos de participación y (b) la estructuración de servicios sociales y de salud para la atención directa a las necesidades de la comunidad.

Además, estos dos conglomerados están conectados por un pequeño número de entidades que ejercen un papel de liderazgo en el Tercer Sector. En nuestro caso de estudio se trata de: la Plataforma Andaluza de Voluntariado; Andalucía Acoge; la Fundación Atenea; CERMI y ACCEM. Estas entidades ejercen diversos roles de mediación. En el caso de la Plataforma Andaluza de Voluntariado, desarrolla un papel diverso, actuando como conector entre organizaciones de ambos espacios. Andalucía Acoge coordina acciones principalmente entre entidades dentro del espacio de integración e inclusión social. Y finalmente, Cermi conecta con frecuencia las entidades de prestación de servicio con otras organizaciones del Tercer Sector.

El resumen de dicho estudio descriptivo se puede consultar a continuación. También se puede descargar el artículo publicado en la Revista Española de Investigaciones Sociológicas (desde la referencia que indicamos más abajo).

La dualidad de prestaciones asistenciales y estrategias de inclusión social en la red de las organizaciones de servicios sociales del tercer sector

La colaboración organizacional es un aspecto clave de la prestación de servicios desde el tercer sector. En este artículo analizamos las relaciones entre 21 organizaciones del tercer sector en Andalucía. Mediante el análisis de redes sociales, evaluamos la centralidad y la cohesión, la influencia y la mediación entre diferentes estructuras de relación entre estas organizaciones. Los resultados muestran la existencia de dos espacios de relación: la prestación de servicios a colectivos específicos y la inclusión y la participación social. Algunas entidades aglutinan gran parte de la actividad de relación en la red, mediando entre los usuarios, el tercer sector y la administración pública. Estas entidades estructuran las relaciones en conglomerados con una elevada cohesión, que facilitan el control de los recursos y la convergencia de objetivos entre organizaciones del mismo ámbito.

Referencia

  • Holgado, D. & Maya-Jariego, I. (2022). La dualidad de prestaciones asistenciales y estrategias de inclusión social en la red de las organizaciones de servicios sociales del Tercer Sector. REIS. Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 178: 83-100. (doi: 10.5477/cis/reis.178.83) [REIS] [English]

Para saber más

Este trabajo forma parte de una investigación más amplia en la que también se examinó la financiación de las organizaciones no gubernamentales de servicios sociales en Andalucía:

  • Maya-Jariego, I., Holgado, D., González-Tinoco, E., Muñoz-Alvis, A. & Ortega, M. (2020). More money, more problems? Resource dependence and professionalization of non-governmental social services organizations in Andalusia. VOLUNTAS. International Journal of Voluntary and Nonprofit Organizations. DOI: 10.1007/s11266-020-00256-z [VOLUNTAS]

De redes personales, servicios sociales y servicios ecosistémicos

Selección de publicaciones del LRPC 2020

En la imagen anterior se recopilan algunas de las publicaciones del Laboratorio de Redes Personales y Comunidades en los últimos meses. Esta selección incluye trabajos sobre la construcción de tipologías estructurales de las redes personales, la utilización de los medios digitales para evaluar los servicios ecosistémicos, la implementación de programas de protección humanitaria, y las estrategias de sostenibilidad financiera de las organizaciones no gubernamentales de servicios sociales. Dos de ellos se pueden consultar a continuación:

  • Maya-Jariego, I. (2021). Building a structural typology of personal networks: individual differences in the cohesion of the interpersonal environment. Social Networks, 64, 173-180. https://doi.org/10.1016/j.socnet.2020.09.006 [SN] [pdf]
  • Maya-Jariego, I., Holgado, D., González-Tinoco, E., Muñoz-Alvis, A. & Ortega, M. (2020). More money, more problems? Resource dependence and professionalization of non-governmental social services organizations in Andalusia. VOLUNTAS. International Journal of Voluntary and Nonprofit Organizations. DOI: 10.1007/s11266-020-00256-z [VOLUNTAS] [pdf]

 


Encuentros “verdes” y sentido de comunidad

Farmers Market by Gemma Billings (CC BY 2.0)

Los encuentros entre productores agrícolas locales promueven el sentido de comunidad

Los movimientos sociales que promueven la sostenibilidad ambiental no solo se caracterizan por defender el medio ambiente sino que también se centran en la comunidad local. Por ejemplo, los mercados en los que se reúnen los productores locales pueden contribuir a la identidad comunitaria local.

Normalmente este tipo de encuentros se conciben para que contribuyan a la economía local y, en segunda instancia, para que tengan un impacto ambiental. Sin embargo, es de interés explorar las consecuencias sociales y comunitarias que se derivan de las oportunidades de interacción que suscitan.

  1. Los mercados locales parecen contribuir a la implicación cívica y al desarrollo de relaciones entre productores y consumidores. Los vecinos gastan el dinero a nivel local, beneficiando a la comunidad. Sin embargo más allá de la mera transacción comercial, facilita la socialización y el desarrollo de relaciones compartidas.
  2. También refuerza la cadena de suministro local, lo cual mejora las oportunidades laborales locales y la confianza en el futuro de la comunidad.
  3. Tiene un componente de festival cultural local, que promueve el sentido de comunidad.

Un estudio de un mercado de productores locales en Liverpool puso de manifiesto el impacto del mismo en el desarrollo comunitario. A través de la observación participante se analizaron tres componentes de la interacción en el mercado local:

  • Participación local. La principal motivación para ir al mercado local consiste en comprar productos locales de calidad. El mercado se organiza una vez al mes y, de acuerdo con los participantes, está conectado con el orgullo y el apego al lugar.
  • Atmósfera social. Se producen encuentros entre personas con intereses comunes (como animales o plantas), e intercambian conocimiento sobre el tema. En algunos casos se producen conversaciones con un valor educativo (sobre los productos locales), así como interacciones entre familiares y vecinos.
  • Sentido de pertenencia. Es frecuente que los participantes se refieran a la conexión emocional compartida con sus vecinos. La satisfacción de necesidades también parece central en el valor comunitario del encuentro local.

Comentario basado en:

  • Zhao, Y., & Wise, N. (2019). Evaluating the intersection between “green events” and sense of community at Liverpool’s Lark Lane Farmers Market. Journal of Community Psychology, 47(5), 1118-1130.

De los límites de la participación local

Es interesante observar que el mercado local no es la forma de aprovisionamiento diario, sino un encuentro que se organiza periódicamente (en este caso, una vez al mes). Eso muestra que los valores de reproducción cultural, junto con el sentido de pertenencia local, confluyen con los intercambios económicos que sostienen el encuentro.

El desarrollo del sentido de comunidad depende de la historia de interacciones que se produzcan y será variable de un mercado local a otro. Por otro lado, es una iniciativa de carácter particularista en el que los beneficiarios más directos son quienes participan en la misma.


Factores comunitarios en la resiliencia personal

At the pub, by Giuseppe Milo (CC BY 2.0)

Superando la adversidad

La resiliencia hace referencia a la capacidad de adaptación ante circunstancias adversas. La investigación sobre prevención ha tenido un sesgo hacia los factores de riesgo, pese a que existen evidencias de recursos con valor protector que contribuyen a sobreponerse a las dificultades. También sabemos que resulta fundamental el tipo de interacción del individuo con su entorno ecológico.

En este contexto, la mayor parte de los instrumentos para evaluar la resiliencia se han centrado en las características individuales, sin prestar mucha atención a la calidad de los recursos relacionales. Además, se han enfocado en población infantil, por lo que apenas se han evaluado los factores ecológicos que promueven la adaptación posterior a las experiencias de riesgo entre los adultos.

En un estudio con víctimas de abuso infantil en Irlanda se diseñó una herramienta que tuvo en cuenta las características de los entornos ecológicos con población adulta. Se trataba de un grupo que cuando eran niños (entre los años 1930 y 1970 en Irlanda) habían asistido a escuelas religiosas que se gestionaban de manera autoritaria, implantaban una disciplina muy severa, recurrían al maltrato físico y a la separación de sus familias, y en algunos casos fueron víctimas de abuso sexual. Este tipo de condiciones suele traducirse en problemas de ansiedad, estrés y afecciones psicológicas en el 80 por ciento de los casos.

Sin embargo, siempre hay un porcentaje que se sobrepone a dichas circunstancias. Centrándose en dicho perfil, en este caso se encontraron como factores protectores significativos los siguientes:

  • La cohesión comunitaria,
  • el apoyo familiar,
  • una identidad positiva (niveles elevados de identidad nacional y afiliación colectiva), y
  • las competencias personales.

Los aspectos comunitarios, familiares y de identidad colectiva resultaron muy relevantes en la determinación de la capacidad de resiliencia. Por el contrario, se observaba cierta desvinculación de prácticas espirituales o religiosas.

El concepto de resiliencia ha servido para orientar la intervención hacia recursos positivos, que aumentan las oportunidades de adaptación individual. Es el caso, por ejemplo de la calidad del barrio, la calidad de las escuelas o el sistema de prestación de servicios educativos y de salud. También la calidad de los entornos relacionales, tales como tener relaciones positivas con adultos que actúan de modelos positivos de comportamiento, o tener relaciones pro-sociales con los compañeros.

Para saber más

Este comentario está basado en:


Consecuencias psicológicas de la deportación

Faisal Akram (CC BY-SA 2.0)

Estrés, desconfianza comunitaria e impacto económico de la separación familiar

En el caso de Estados Unidos la deportación ha aumentado de manera muy significativa en las últimas décadas. La Sociedad para la Investigación y la Acción Comunitarias, División 27 de la Asociación Americana de Psicología, ha publicado una declaración política en la que se posiciona respecto a las prácticas de deportación de inmigrantes y las consecuencias psicosociales que suele conllevar.

Las políticas de inmigración se han ido alejando progresivamente de las metas de reagrupación familiar a la vez que se han reducido las restricciones legales a la deportación. La investigación psicológica ha documentado consecuencias negativas de la deportación en los niveles individual, familiar y comunitario, como resumimos a continuación:

  • En el plano individual, las prácticas de deportación se traducen en (a) miedo a ser perseguidos o localizados, (b) el retorno forzado a contextos peligrosos o violentos y (c) más dificultades para ayudar económicamente a sus familias.
  • La separación de las familias suele asociarse con (a) dificultades económicas y (d) los miembros del grupo familiar se ven forzados a asumir nuevos roles. Por lo que respecta a los menores, (c) a veces tienen que hacerse cargo de los hermanos más pequeños o (d) incluso tienen que asumir de forma temprana actividades laborales que dificultan el rendimiento escolar y la continuidad de sus estudios. En los niños se han documentado situaciones de ansiedad, depresión y problemas de conducta.
  • En las comunidades inmigradas también se observa (a) temor y desconfianza como consecuencia de las prácticas de deportación. Además, (b) reduce el nivel de participación y compromiso cívico, y (c) afecta a los niveles de salud pública y bienestar psicológico.

Los niños que han presenciado la deportación de uno de sus padres sufren de manera más significativa el impacto psicológico en términos de ansiedad y estrés. Por su parte, el impacto económico de la deportación de uno de los padres se ha estimado en una reducción promedio de un 70 por ciento de los ingresos familiares, seis meses después del arresto y la consecuente deportación. Un caso frecuente consiste en la deportación del padre, lo cual se traduce en que la madre dedica más horas a trabajar y se reduce el tiempo de contacto con los hijos.

Mantener las familias unidas y promover la cohesión comunitaria puede resultar beneficioso tanto para la población inmigrante como para las comunidades receptoras en las que se insertan. Sin embargo, el contexto político ha generado un ambiente hostil contra la migración que hace difícil proponer el tipo de estrategias que contribuyen a una mayor integración comunitaria. Por eso se han puesto en marcha iniciativas de base comunitaria para intentar responder a una situación de emergencia.

Para saber más

Este comentario está basado en:

  • A Policy Statement by the Society for Community Research and Action: Division 27 of the American Psychological Association. (2018). Statement on the Effects of Deportation and Forced Separation on Immigrants, their Families, and Communities. American Journal of Community Psychology, 62(1-2), 3-12. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1002/ajcp.12256

 


Experiencias de comunidad en inmigrantes y locales

Leonardo Caforio (CC BY-NC-SA 2.0)

Inmigrantes y sociedad receptora tienen experiencias personales similares de sentido de comunidad

Los movimientos de población transforman la composición de las comunidades. Los inmigrantes internacionales se incorporan a comunidades locales con las que comparten unos colectivos de pertenencia y difieren en otros. Sin embargo, por lo que respecta a la experiencia psicológica de comunidad, parece que entre inmigrantes y locales son más las cosas que comparten que las que los diferencian.

La experiencia de los inmigrantes puede entenderse como una transición ecológica entre la comunidad local del país de origen y la comunidad local del país receptor, mediada por la comunidad relacional de compatriotas inmigrados. La gestión de estas tres pertenencias resulta determinante de los proceso de aculturación, adaptación e integración social en el país de acogida. El sentido de comunidad originario suele ser más fuerte que el resto, mientras que la experiencia de movilidad geográfica (o las experiencias de diversidad en general) contribuyen a atenuar el proceso de identificación colectiva.

Un estudio desarrollado en Italia y Estados Unidos, comparó las experiencias de sentido de comunidad de los inmigrantes y los miembros de la comunidad receptora. A través de 201 entrevistas cualitativas se comprobó que los participantes en el estudio compartían muchas similitudes en la forma de experimentar su pertenencia comunitaria. En general tanto inmigrantes como personas de la sociedad receptora tienden a valorar como más significativas e importantes las comunidades relacionales que las comunidades de base territorial. Por otro lado, mientras que las personas de la sociedad receptora tienen una noción abarcadora de las comunidades territoriales, los inmigrantes se referían normalmente al subconjunto de personas con las que tienen contacto en dicho espacio geográfico.

Por otro lado, suelen identificar estructuras de nivel intermedio, meso-sociales, e indican que “el sentido de pertenencia se basa en la proximidad, la interacción continuada, la cercanía y la percepción de similitud”. Los problemas compartidos en un territorio pueden generar experiencias similares en los inmigrantes y los miembros de la sociedad receptora, contribuyendo a una identidad común: es el caso de los problemas de delincuencia, de limpieza, de tráfico o de gestión de la propiedad.

Compartir espacios, compartir problemas, compartir comunidades

Las comunidades son colectivos más difusos que los grupos pequeños, de modo que los individuos tienen más dificultades para procesarlas de manera consciente.

  • La experiencia de la migración parece contribuir a que los individuos sean más conscientes de las comunidades en las que están insertos y de las consecuencias de dicha pertenencia en términos prácticos.
  • El sentido de comunidad requiere de participación directa y continuada en entornos sociales compartidos. Los problemas en los barrios unen a inmigrantes y sociedad receptora ante un destino común. También compartir escenarios (como un espacio religioso o una asociación) contribuye a generar sentido de pertenencia.
  • Los grupos que proporcionan apoyo de manera directa median la integración en comunidades más amplias. Las redes de familiares y amigos facilitan la conexión a estructuras más amplias.
  • Las limitaciones en términos de ciudadanía dificultan la participación de los inmigrantes en las comunidades locales y el desarrollo del sentido de pertenencia territorial. La estratificación y la segregación tienen un impacto negativo en la vida comunitaria de las poblaciones inmigradas.
  • Las escuelas públicas, los lugares de trabajo o las asociaciones ofrecen oportunidades para el desarrollo de una conexión emocional compartida entre inmigrantes y sociedad receptora.

De la complejidad del sentido de pertenencia comunitario

Una parte significativa de la investigación sobre sentido de comunidad se ha centrado en evaluar el sentido de pertenencia al barrio de residencia. (Es decir, se ha puesto el acento en la proximidad y en la homogeneidad). Sin embargo, la identidad comunitaria es un proceso más complejo que la conexión con un solo objeto de referencia:

  • Un mismo individuo participa en múltiples comunidades, geográficas y relacionales.
  • En cada comunidad puede haber diferencias internas, diversidad e incluso conflicto. Diferentes subgrupos difieren en la forma en la que se identifican con la misma comunidad de pertenencia.
  • Una comunidad puede estar anidada en categorías más amplias. Por ejemplo, un barrio forma parte de un distrito, que forma parte de una ciudad, y el individuo puede mantener una identificación diferente en cada caso (incluso a veces contradictoria).
  • Los procesos de cohesión comunitaria pueden tener una vertiente negativa y traducirse en prácticas excluyentes hacia otros colectivos.
  • De hecho, puede haber una tensión implícita entre comunidad y diversidad. En el caso de la inmigración, en las comunidades locales se detectó junto con un debate sobre el “respeto a la diversidad” una expectativa de compartir elementos comunes para desplegar un sentido de comunidad positivo.

En el estudio analizado es de interés que, pese a comparar inmigrantes con sociedad receptora y el caso italiano con el de Estados Unidos, se encontraron más semejanzas que diferencias en las experiencias personales de sentido de comunidad. También se comprobó la importancia de los contextos de participación inmediatos (asociaciones, escuelas públicas, lugares compartidos) en el desarrollo del sentido de comunidad.

Para saber más

Este comentario está basado en:

  • Buckingham, S. L., Brodsky, A. E., Rochira, A., Fedi, A., Mannarini, T., Emery, L., … & Gattino, S. (2018). Shared Communities: A Multinational Qualitative Study of Immigrant and Receiving Community Members. American Journal of Community Psychology. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/pdf/10.1002/ajcp.12255

Un estudio previo sobre los múltiples sentidos de comunidad en inmigrantes y personas con un estilo de vida metropolitano está disponible en:


La comunidad como eslabón perdido en la gestión pesquera

Fishing boats. Mexico. Photo: Curt Carnemark / World Bank (CC BY-NC-ND 2.0)

La pesca sostenible se basa en comunidades sostenibles

La gestión pesquera se concibe normalmente como la acción de agencias gubernamentales sobre los usuarios individuales y, en consecuencia, ignora el nivel comunitario de intervención. Svein Jentoft propuso en un artículo seminal publicado en Marine Policy en el año 2000 que para que una comunidad pesquera sea viable hace falta que los recursos marinos sean sostenibles, pero que también es verdad lo contrario: la sostenibilidad de las poblaciones de peces depende de que las comunidades pesqueras sean viables.

De este supuesto se derivan algunas reflexiones interesantes:

  • En lugar de interpretar la “tragedia de los comunes” como el resultado agregado de las acciones racionales de los individuos en el mercado, cabe interpretarla como una consecuencia de la anomia social en la que las comunidades de pescadores experimentan confusión normativa, los lazos son débiles y los estándares morales están en crisis. En consecuencia, los gestores tienen que preocuparse por respetar la estructura y la cultura de las comunidades de pescadores, y prevenir los daños en el tejido social, la cohesión comunitaria y el sentido de pertenencia.
  • Las formas de gobernanza colaborativa resultan especialmente pertinentes para respetar los lazos sociales, los valores tradicionales y el sentido de responsabilidad social en las comunidades pesqueras. La lógica de la reciprocidad ha sido uno de los activos tradicionales en la sostenibilidad de estos colectivos, y es frecuente que se vea alterada por el rediseño de incentivos que introducen las políticas pesqueras.
  • Tener en cuenta la dimensión comunitaria puede traducirse, por ejemplo, en que las cuotas de pesca son asignadas a comunidades locales (para garantizar elementos de control social internos en su implementación); o en que las comunidades locales están representadas como colectivo en los comités de toma de decisiones en la gestión pesquera. Es decir, se ponen en marcha estrategias de cogestión de base comunitaria.
  • El funcionamiento adecuado de la sociedad civil es una condición necesaria de la cogestión. Es importante que los pescadores desarrollen una historia de asociacionismo y desarrollo comunitario, de forma que desplieguen las competencias relacionadas con la acción colectiva, la representación y la deliberación que les permiten participar eficientemente en la toma de decisiones.

Como hemos ilustrado con el caso de la pesca, parece haber una conexión directa entre la vitalidad de las comunidades costeras y la sostenibilidad de los recursos naturales. La cogestión tiene que integrarse de manera efectiva en las comunidades, de forma que la gestión pesquera y el desarrollo comunitario se refuercen mutuamente.

Comentario basado en:

  • Jentoft, S. (2000). The community: a missing link of fisheries management. Marine Policy, 24(1), 53-60. [JMPO]

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