La Fundación Orange y la Fundación Directa promueven Hola Fabiola, un programa que trata de incrementar la accesibilidad de las TIC por parte de la población de mujeres inmigrantes.
El programa propone un itinerario formativo que comienza con la alfabetización digital básica y se completa con dimensiones más complejas y que requieren competencias digitales más avanzadas.
Analizamos esta iniciativa desde el punto de vista dell ajuste y accesibilidad de estrategias de intervención a la población inmigrante. Veamos algunos argumentos:
- El material combina textos escritos en frases claras y concisas con imágenes que representan diferentes situaciones de uso de las TIC.
- La organización didáctica del material permite adaptar los materiales al nivel de competencia digital de las personas protagonistas. Esta flexibilidad aumenta el potencial de cobertura del programa, ya que perfiles más avanzados pueden acceder a unidades didácticas más complejas sin necesidad de comenzar desde el principio.
- El curso ofrece la oportunidad de participar de manera individual y online, ya que se han elaborado guías prácticas con instrucciones para realizar el curso de manera autogestionada.
- El componente de ajuste a la comunidad es uno de sus puntos fuertes, ya que Hola Fabiola se configura también como una guía didáctica para que organizaciones sociales organicen sesiones de capacitación tecnológica dirigidas a mujeres inmigrantes. La utilización de entidades mediadoras añade un valor de proximidad (ej. divulgación del recurso a usuarias de otros programas).
- Por último, Hola Fabiola ofrece un sistema de seguimiento del progreso de las protagonistas, incentivando su implicación en el programa y reconociendo los esfuerzos por lograr los objetivos (ej. disponibilidad de modelos de diplomas).
En resumen, Hola Fabiola propone superar barreras individuales y sociales que impiden el acceso y uso de las TIC por parte de mujeres inmigrantes. Como puntos fuertes, destacar el diseño un material sensible y el empleo de estrategias comunitarias implicando a entidades sociales como mediadoras en el proceso de aprendizaje.
Como sugerencias, cabría considerar aquellos casos en los que la barrera lingüística pueda ser un obstáculo para la participación de mujeres que no hablan español de manera natural. El empleo de personas voluntarias procedentes de su entorno social más próximo podría considerarse como complemento al proceso de aprendizaje. En situación similar podrían encontrarse aquellas entidades sociales que no cuenten con recursos para impartir formación vía telemática, si bien en estos casos Hola Fabiola cuenta con una red de entidades colaboradoras que podrían apoyar logísticamente la formación (ej. el caso de la red guadalinfo en Andalucía)
Para finalizar, podría esperarse que la participación en iniciativas de formación en contextos asociativos pudiera derivar en una experiencia significativa en términos de ampliación de la red de contactos (apoyo social) de las protagonistas, mejora de autoeficacia en el manejo de las TIC y con resultados prometedores en términos de superación de la brecha digital, acceso a recursos online e integración social