Sevilla es una ciudad en bicicleta. La ciudad ha experimentado «el mayor crecimiento de cuota de mercado que hay estadísticamente contrastado en todo el mundo». El número de viajes en bicicleta en día laborable se multiplicó por 11 entre 2007 y 2011. Todo ello ha llevado a que en 2013 sea reconocida como la cuarta mejor ciudad del mundo para ir en bici, sólo detrás de Amsterdam, Copenhague y Utrecht. The Copenhagenize Index destaca que la transformación fue muy rápida e intensa para lograr este resultado. A continuación, reproducimos la valoración que realiza el índice de ciudades amigas de la bicicleta sobre el caso de Sevilla:
<<El Informe Copenhagenize. Sevilla es “el niño del anuncio” del movimiento de la bicicleta moderno. Nada menos. A partir de una cuota de uso de la bicicleta del 0,5% en 2006, la ciudad pasó “de cero a héroe” y ahora cuenta con un 7% de participación modal. El rápido aumento en el tráfico de bicicletas se debió a una voluntad política visionaria. 80 kilómetros de infraestructura se completaron en sólo un año y luego siguió creciendo. La transformación fue rápida, intensa y positiva. Otras ciudades miran a Sevilla en busca de inspiración y han demostrado lo que es posible. El sistema para compartir bicicletas también jugó un papel fundamental. No se puede tener un servicio de alquiler de bicicletas si no se tiene la infraestructura necesaria para que la gente viaje en ellas. Sevilla lo hizo todo bien y transformó su ciudad. Mientras que el 7% está aún muy lejos del 30 y tantos por ciento de las tres ciudades que la preceden en la lista, Sevilla obtuvo la puntuación máxima en una serie de categorías que incluyen la infraestructura, el aumento de la cuota de usuarios desde 2006 (6,5%), la acción política y la cuota de bicicleta>>.
<<Correcciones de Copenhagenize. ¿A dónde ir desde aquí? Para empezar, el objetivo marcado por la Carta de Bruselas es una buena idea. Una cuota del 15% de usuarios es el santo grial de las ciudades europeas. Cómo llegar hasta el 5% es la tarea difícil, mientras que llegar desde allí hasta el 15% es mucho más fácil. Si Sevilla quiere prolongar su ola de éxito en la cultura de la bicicleta, se requiere una mayor voluntad política. La inversión y la visión van de la mano. Si España adopta la ley del casco obligatorio, como se temía este año, la clasificación de Sevilla -y el futuro como una ciudad amiga de la bicicleta- está en juego. También es el momento de ampliar las vías bidireccionales, para incluir pistas de un solo sentido en cada lado de la calle>>.
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